Investigadores realizan miles de mutaciones para comprender mejor la esclerosis lateral amiotrófica (ELA)

Investigadores del CRG y el IBEC en Barcelona emplean una técnica denominada mutagénesis para estudiar la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), obteniendo resultados inesperados

24.09.2019 - España

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una demoledora enfermedad del sistema nervioso, actualmente incurable, que afecta a las células nerviosas del cerebro y la médula espinal provocando la pérdida del control muscular y, por lo general, la muerte a los pocos años del diagnóstico. En la ELA, como en otras enfermedades neurodegenerativas, determinados agregados proteicos han sido considerados desde hace tiempo como rasgos distintivos patológicos, sin que esté todavía claro si son la causa real de la enfermedad. De hecho, la reducción de esa agregación se ha mostrado, en repetidas ocasiones, como una estrategia terapéutica ineficaz a la hora de tratar enfermedades neurodegenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

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Gian G. Tartaglia, Benedetta Bolognesi y Ben Lehner, autores del artículo.

Para ayudar a esclarecer esta cuestión, varios investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG) y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) han puesto en práctica un novedoso enfoque denominado 'mutagénesis profunda' y han obtenido unos resultados sorprendentes. "Al estudiar todas las mutaciones posibles de una proteína, disponemos de un método mucho más fiable para comprender su toxicidad. Estamos entusiasmados con la posibilidad de poder ampliar nuestro estudio a muchas más proteínas relacionadas con enfermedades neurodegenerativas", afirma Benedetta Bolognesi, investigadora del IBEC, Alumni del CRG, y primera autora del artículo.

Fruto de una colaboración entre los laboratorios de los profesores de investigación ICREA Ben Lehner y Gian Tartaglia, Benedetta Bolognesi y Andre J. Faure se centraron en la TDP-43, una proteína que se agrega en las neuronas motoras de prácticamente todos los pacientes de ELA. Así, crearon más de 50.000 mutantes de TDP-43 y realizaron un seguimiento de su toxicidad sobre células de levadura. Estos investigadores descubrieron que las formas mutantes que se agregaban, de hecho, eran menos tóxicas que otras versiones de la proteína que, en su lugar, estaban formando unas inusuales especies líquidas en dichas células. "Es exactamente lo contrario de lo que esperábamos", comenta Lehner, y pone en cuestión muchos de los supuestos existentes en este campo.

Todavía no se ha establecido si la agregación de TDP-43 también actúa como protectora en células y neuronas de mamíferos, una cuestión en la que Bolognesi está trabajando actualmente. Si resulta ser así, podría significar la necesidad de modificar por completo cómo se aborda terapéuticamente el ELA, si se quieren obtener resultados positivos en su tratamiento.

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