El sobrepeso materno como factor de riesgo de leucemia infantil en las hijas
"Nuestros resultados subrayan la importancia de educar a las futuras madres sobre hábitos de vida saludables desde el principio"
El peso de la futura madre podría influir en el desarrollo de la leucemia linfoblástica aguda (LLA) en las hijas, pero no en los hijos. Así lo han demostrado investigadores del Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ).
La leucemia linfoblástica aguda es rara en general, pero representa aproximadamente una cuarta parte de los cánceres infantiles. Para identificar posibles factores de riesgo, un equipo dirigido por Mahdi Fallah, del DKFZ, junto con colegas de la Universidad de Lund, analizó datos de casi 3 millones de nacimientos en Suecia durante un periodo de 35 años. Los datos procedían del registro nacional sueco de cáncer familiar.
Durante el periodo de estudio, un total de 1.388 niños suecos desarrollaron LLA. Los resultados muestran que las niñas cuyas madres tenían sobrepeso o eran obesas (IMC igual o superior a 25) al inicio del embarazo tenían un riesgo un 40 por ciento mayor de desarrollar LLA.
"Nuestros resultados también nos sorprendieron", afirma Mahdi Fallah, científico principal del estudio. "Sugieren que la obesidad materna podría ser un factor de riesgo de leucemia infantil que se pasa por alto, y que es específico de cada sexo".
Los investigadores sospechan que las influencias hormonales, en particular los niveles elevados de estrógenos durante el embarazo, podrían desempeñar un papel. Se ha demostrado que los estrógenos afectan a la expresión génica y podrían aumentar el riesgo de leucemia en la descendencia femenina.
Resulta alentador que el estudio no mostrara ninguna relación entre el aumento de peso durante el embarazo y el riesgo de LLA, lo que supone un alivio para las futuras madres preocupadas por el aumento de peso durante el embarazo.
Los científicos planean ahora nuevas investigaciones para comprender mejor los mecanismos biológicos que subyacen a este sorprendente fenómeno específico del sexo. A largo plazo, los hallazgos podrían conducir a nuevas estrategias de prevención. "El embarazo es una fase crucial para la salud del niño", subraya Fallah. "Nuestros resultados subrayan la importancia de educar a las futuras madres sobre hábitos de vida saludables desde el principio, no sólo por su propio bienestar, sino también por el de sus hijos."
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