Las bolsas de infusión médicas pueden liberar microplásticos
Los investigadores calculan que cada bolsa de líquido de infusión podría liberar unos 7.500 microplásticos directamente en el torrente sanguíneo
Se han encontrado microplásticos en casi todas partes donde los científicos los han buscado. Ahora, según una investigación publicada en la revista Environment & Health, de la ACS, estos trozos de plástico -de 1 a 62 micrómetros de longitud- están presentes en las soluciones filtradas que se utilizan para las infusiones médicas intravenosas (IV). Los investigadores calculan que miles de partículas de plástico podrían llegar directamente al torrente sanguíneo de una persona desde una sola bolsa de 250 mililitros de líquido de infusión.
En los entornos clínicos, las infusiones intravenosas se envasan en bolsas de plástico individuales y suministran agua, electrolitos, nutrientes o medicamentos a los pacientes. La base de estas infusiones es una solución salina que contiene agua filtrada y suficiente sal para igualar el contenido de la sangre humana. Investigaciones de los años setenta sugieren que las bolsas de suero pueden contener partículas sólidas, pero pocos científicos han investigado de qué están hechas. Liwu Zhang, Ventsislav Kolev Valev y sus colegas sospechaban que estas partículas podrían ser microplásticos que, tras la infusión, entrarían en el torrente sanguíneo del receptor y podrían causar efectos negativos para la salud. Así pues, se propusieron analizar los tipos y cantidades de partículas presentes en las bolsas comerciales de suero intravenoso.
El equipo compró dos marcas diferentes de bolsas de suero fisiológico de 8,4 onzas. Después de que el contenido de cada bolsa goteara en recipientes de vidrio separados, los líquidos se filtraron para atrapar partículas microscópicas. A continuación, los investigadores contaron una parte de los fragmentos de plástico individuales, utilizando esa cantidad para estimar el número total de microplásticos en toda la bolsa de líquido IV y analizar la composición de las partículas.
Los investigadores descubrieron que ambas marcas de suero salino contenían partículas microplásticas de polipropileno -el mismo material de las bolsas-, lo que sugiere que las bolsas vertían microplásticos en las soluciones. Y calcularon que cada bolsa de líquido de infusión podía liberar unos 7.500 microplásticos directamente en el torrente sanguíneo. Esta cifra se eleva a unas 25.000 partículas para tratar la deshidratación o a 52.500 para la cirugía abdominal, que puede requerir múltiples bolsas intravenosas.
Los investigadores recomiendan mantener las bolsas de infusión intravenosa alejadas de la luz ultravioleta y el calor para reducir el desprendimiento de microplásticos, y afirman que podrían utilizarse sistemas de filtración micrométrica para eliminar las partículas durante la infusión.
Aunque hasta la fecha no hay estudios clínicos que hayan evaluado los riesgos para la salud de la exposición a los microplásticos, los investigadores afirman que sus hallazgos ayudarán a "proporcionar una base científica para formular políticas y medidas adecuadas para mitigar las amenazas potenciales que plantean los microplásticos para la salud humana."
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