No todas las miocarditis son iguales
La inflamación del músculo cardiaco difiere en función del desencadenante, ya sea Covid-19, la vacuna de ARNm contra COVID-19 u otras causas. Estos hallazgos allanan el camino hacia terapias más personalizadas, informan investigadores berlineses junto con colegas internacionales en "Nature Cardiovascular Research".
Las firmas inmunitarias en la inflamación del músculo cardiaco (miocarditis) difieren según la causa. Varían en función de si se desencadenan por infecciones con el SARS-CoV-2 y vacunas de ARNm en comparación con la miocarditis no relacionada con el COVID-19, según una colaboración dirigida por la Dra. Henrike Maatz, científica del grupo de investigación "Genética y Genómica de las Enfermedades Cardiovasculares" del Profesor Norbert Hübner en el Centro Max Delbrück de Berlín. El estudio se ha publicado en "Nature Cardiovascular Research".
"Encontramos diferencias significativas en la activación inmunitaria", afirma Maatz, co-primer autor del estudio. "Este conocimiento podría ayudar a desarrollar terapias nuevas y más personalizadas que se adapten a tipos específicos de inflamación".
La pandemia ofreció una oportunidad única
La miocarditis está causada por diversas infecciones, enfermedades autoinmunes, factores genéticos y ambientales y, en raras ocasiones, vacunas. La COVID-19 es principalmente una enfermedad respiratoria, pero se sabe que la infección por SARS-CoV-2 también puede dañar el corazón. En casos raros, el SRAS-CoV-2 desencadena un síndrome inflamatorio multisistémico en niños y adultos jóvenes. La miocarditis es la característica clínica más frecuente.
La pandemia ofreció a los investigadores del Centro Max Delbrück, el Instituto de Salud de la Charité de Berlín (BIH) y la Charité - Universitätsmedizin Berlin una oportunidad única para investigar si las miocarditis también difieren entre sí a nivel celular y molecular en función de la causa.
El grupo de investigación de Hübner lleva mucho tiempo investigando las cardiopatías a nivel unicelular. Para el estudio, los científicos colaboraron con el profesor Carsten Tschöpe, cardiólogo del Centro Alemán del Corazón (DHZC) de Charité, jefe del grupo de investigación en inmunocardiología del BIH e investigador del Centro Alemán de Investigación Cardiovascular (DZHK). Su equipo había tomado biopsias de pacientes con sospecha de miocarditis. "En el DHZC tenemos una clínica ambulatoria de renombre para la insuficiencia cardiaca grave y las miocardiopatías. Los médicos están especializados en la realización de biopsias endomiocárdicas en casos individuales", afirma Tschöpe.
"El programa de investigación iniciado por Charité durante la crisis COVID-19 se ha integrado en el plan asistencial y forma parte del programa PERSONIFY, financiado por la DZHK. En este programa se examina a los pacientes con miocarditis de forma muy específica y selectiva. Esto permite enfoques exhaustivos y avanzados para la evaluación clínica y científica", afirma Tschöpe. "Estamos muy agradecidos a los pacientes por su confianza y su inestimable contribución. Lo mismo cabe decir de la actuación de nuestro personal de enfermería especializado en insuficiencia cardíaca. Las enfermeras desempeñaron un papel crucial en la identificación de los pacientes, la gestión cuidadosa de los datos, la manipulación de los tejidos y la sangre y, sobre todo, el cuidado de los pacientes."
Diferencias significativas en la activación inmunitaria
Los investigadores del Centro Max Delbrück utilizaron el tejido cardiaco de las biopsias para secuenciar el ARN de los núcleos celulares (snRNA-seq). Esto les permitió analizar la expresión génica, crear perfiles de transcripción de cada célula individual y utilizar los perfiles para identificar los distintos tipos celulares del corazón. Analizaron los cambios moleculares de cada célula y la frecuencia de los distintos tipos celulares en el tejido muscular cardiaco de tres grupos diferentes: muestras positivas a COVID-19, casos causados por vacunas de ARNm y miocarditis no inducida por COVID que podían remontarse a infecciones víricas anteriores a la pandemia.
Los científicos descubrieron que algunos cambios en la expresión génica eran similares en los tres grupos. Pero había diferencias significativas en la expresión génica de las células inmunitarias. Además, los perfiles de transcripción mostraron que las células inmunitarias estaban presentes en frecuencias diferentes según la causa de la miocarditis.
"Estas diferencias resultaron sorprendentes", afirma el Dr. Eric Lindberg, coautor del estudio y antiguo investigador postdoctoral del equipo de Hübner. Ahora dirige su propio grupo de investigación en el Hospital LMU de Múnich. Por ejemplo, los investigadores observaron que los linfocitos T CD4 eran más frecuentes tras la vacunación, mientras que los linfocitos T CD8 tendían a dominar tras la infección por SARS-CoV-2. En las muestras de miocarditis sin COVID, la proporción entre células CD4 y CD8 era de aproximadamente 50:50. Los datos de expresión génica también indicaron que las células T CD8 parecían más agresivas en el grupo COVID-19 que en el de miocarditis sin COVID. Los investigadores también hallaron una pequeña población de células T en la miocarditis post-COVID que anteriormente sólo se había observado en la sangre de pacientes COVID-19 gravemente enfermos.
"En conjunto, estos resultados indican una respuesta inmunitaria más fuerte en la miocarditis COVID-19 en comparación con las formas prepandémicas de miocarditis. En cambio, la inflamación del músculo cardiaco parece ser menos pronunciada tras la vacunación", afirma el profesor Norbert Hübner, del Centro Max Delbrück y Charité - Universitätsmedizin Berlin. También es investigador del DZHK y autor correspondiente del estudio. "El tamaño de la muestra para la miocarditis tras la vacunación era pequeño. Pero los resultados coinciden con los de otros estudios sobre la miocarditis tras la vacunación."
Importancia para el tratamiento
Poder diferenciar entre inflamaciones causadas por distintas infecciones y vacunas allana el camino para un mejor tratamiento, explica Maatz. Éste se adaptaría a cada inflamación. También podrían desarrollarse nuevas terapias basadas en esta investigación, por ejemplo para controlar los efectos secundarios de las vacunas.
Además, las muestras de las biopsias cardíacas suelen ser diminutas, a menudo no más grandes que la cabeza de un alfiler. Fue todo un reto hacer posible la técnica snRNA-seq con cantidades tan pequeñas de tejido, recuerda Maatz: "Pero la riqueza de detalles y la profundidad del enfoque de los conocimientos obtenidos demuestran lo potente que es este método, posiblemente también para el diagnóstico en el futuro."
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Alemán se puede encontrar aquí.
Publicación original
Henrike Maatz, Eric L. Lindberg, Eleonora Adami, Natalia López-Anguita, Alvaro Perdomo-Sabogal, Lucía Cocera Ortega, Giannino Patone, Daniel Reichart, et al; "The cellular and molecular cardiac tissue responses in human inflammatory cardiomyopathies after SARS-CoV-2 infection and COVID-19 vaccination"; Nature Cardiovascular Research, 2025-2-24