Cómo se comunican las células madre y las células inmunitarias
Premio Lisec Artz para Simon Haas: descubrimiento pionero de un mecanismo protector desconocido contra el cáncer de sangre a partir de células madre
Felix Petermann, Max Delbrück Center
Por esta y otras contribuciones científicas, Haas ha sido galardonado con el Premio Lisec-Artz, dotado con 10.000 euros, que la Fundación de la Universidad de Bonn concede cada año a un destacado investigador novel en cáncer.
"Las células madre son muy fascinantes, pero nuestro conocimiento de estas células que se dividen indefinidamente es aún incompleto", explica el Dr. Simon Haas. "Esperamos que nuevas investigaciones sobre células madre den un impulso importante al desarrollo de terapias que nos permitan intervenir precozmente en los procesos patológicos de los cánceres sanguíneos". Tras su paso por el Centro Alemán de Investigación Oncológica (DKFZ) en Heidelberg y por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y la Universidad de Harvard en Boston (EE. UU.), Haas se trasladó a Berlín en 2020 para dirigir un grupo de investigación dentro del foco de investigación conjunto "Enfoques unicelulares para la medicina personalizada" del Instituto de Salud de Berlín en Charité (BIH), el Centro Max Delbrück y Charité - Universitätsmedizin Berlin.
Escuchar las conversaciones entre células
Haas y su equipo son "investigadores de la comunicación": Les interesa descifrar la interrelación entre células madre y células inmunitarias. En el campo de la hemato-oncología hay grandes esperanzas de que las nuevas inmunoterapias permitan aprovechar más eficazmente el sistema inmunitario del organismo para combatir las células cancerosas. Pero el desarrollo de estas terapias requiere una comprensión precisa de la comunicación entre las células cancerosas y las células inmunitarias. Si los linfocitos T reconocen que las células han mutado en función de determinadas señales, pueden desencadenar su eliminación. Sin embargo, la eliminación temprana suele fracasar porque las células cancerosas suprimen las señales delatoras o manipulan a las células inmunitarias mediante otros trucos engañosos.
Haas tiene grandes planes para "escuchar" y descifrar la comunicación entre células madre y células inmunitarias. Un paso importante hacia este objetivo fue el descubrimiento de que las células madre expresan las llamadas moléculas MHC-II en su superficie y las utilizan para comunicarse con células T específicas, las células T helper. Esto supuso una enorme sorpresa para Haas, porque discrepaba de la teoría entonces aceptada de que sólo ciertas células inmunitarias, como los macrófagos y las células B, podían presentar antígenos con ayuda de las moléculas MHC-II para iniciar mecanismos de defensa contra virus o bacterias.
Dado que las células madre, que reponen constantemente el suministro de células sanguíneas frescas en un proceso conocido como hematopoyesis, se dividen indefinidamente, existe un riesgo real de que las células muten y se propaguen durante este proceso. Por ello, es lógico que las células T estén presentes para eliminar inmediatamente las células sospechosas que puedan volverse cancerosas. Aunque no es infalible, este mecanismo de protección es muy eficaz debido a que las células madre mutadas se comunican directamente con las células T y señalan que algo va mal sin tener que implicar a otras células inmunitarias para la presentación del antígeno. La interacción con las células T hace que las células madre mutadas sean eliminadas rápidamente del sistema, evitando así el riesgo potencial de desarrollar un cáncer de sangre.
Los investigadores controlan la interacción entre células mediante el análisis unicelular, una técnica que Haas quiere seguir desarrollando para sus propias investigaciones. Él y su equipo trabajan en el Instituto de Biología de Sistemas Médicos del Centro Max Delbrück de Berlín (MDC-BIMSB), que ofrece una excelente infraestructura tecnológica para esta labor. "Con este método innovador pretendemos identificar las señales relevantes investigando millones de pares celulares de células madre e inmunitarias individuales que se comunican entre sí", explica Haas. "Nos interesan aspectos como: ¿Qué señales provocan la eliminación de una célula mutada? ¿Qué señales impiden que las células inmunitarias ataquen? Los procesos temporales desempeñan un papel clave cuando se trata de intervenciones terapéuticas, por lo que también pretendemos averiguar qué tipo de interacción tiene lugar y en qué fase de la enfermedad."
¿Posibilidad de cura?
Si los investigadores supieran qué estrategias utilizan las células mutadas para eludir el ataque de las células T, podrían atacarlas selectivamente y frustrar los astutos trucos de las células cancerosas. El objetivo es intervenir en una fase temprana del proceso de desarrollo de la leucemia, lo que aumentaría considerablemente las posibilidades de curación de los pacientes. "Lo ideal", dice Haas, "sería poder detener el proceso patológico incluso antes de que se produzca el cáncer de sangre". El grupo de investigación está desarrollando actualmente diagnósticos de precisión y pronósticos que permitan la detección precoz de la enfermedad y estrategias de tratamiento personalizadas.
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