Cómo compensan los mosquitos macho tener un solo cromosoma X
Los resultados de la investigación podrían impulsar nuevas soluciones para frenar la malaria
La mayoría de la gente estará de acuerdo en que los mosquitos son una de las especies más molestas del planeta. Nos mantienen despiertos toda la noche con sus quejumbrosas y zumbantes alas, mientras buscan la forma de picarnos y chuparnos la sangre. Sin embargo, los mosquitos no son sólo una molestia: también pueden transmitir toda una serie de enfermedades graves, a veces mortales. Una de las enfermedades más peligrosas que pueden transmitir los mosquitos es la malaria, una enfermedad que afecta a millones de personas y causa cientos de miles de muertes cada año, principalmente en los países africanos. El paludismo está causado por los parásitos Plasmodium, que se propagan a través de las picaduras de mosquitos, concretamente las de los mosquitos de los pantanos (Anopheles). Es importante señalar que sólo pican los mosquitos hembra, ya que necesitan los nutrientes de la sangre para producir huevos. Por ello, los científicos están interesados en comprender los mecanismos responsables de las diferencias moleculares entre mosquitos machos y hembras, ya que podría ayudarnos a desarrollar nuevas formas de combatir la malaria.
Al igual que los humanos, el sexo de un mosquito viene determinado por los cromosomas sexuales: las hembras tienen dos cromosomas X (XX), mientras que los machos tienen un cromosoma X y otro Y (XY). Esto puede ser problemático, ya que los machos sólo tienen la mitad de genes del cromosoma X que las hembras y, por tanto, sólo tendrían la mitad de proteínas procedentes del cromosoma X. Para compensar esto, debe haber una forma de aumentar la expresión de los genes del cromosoma X en los varones. Sin embargo, nadie sabía cuál podía ser este mecanismo en los mosquitos.
Agata Kalita, del grupo de Claudia, primera autora del estudio y financiada por una beca del Boehringer Ingelheim Fonds (BIF)*, encabezó la investigación. Colaboraron con los grupos de la Dra. M. Felicia Basilicata (Centro Médico Universitario de Maguncia), el Dr. Eric Marois (Universidad de Estrasburgo, Francia) y el Prof. Franjo Weissing (Universidad de Groninga, Países Bajos). Juntos, los investigadores descubrieron que la proteína SOA (activación del cromosoma sexual) es el regulador clave que equilibra la expresión génica del cromosoma X en los mosquitos macho. Descubrieron que la SOA actúa uniéndose a los genes del cromosoma X y aumentando su expresión, pero sólo en los machos. Las hembras, en cambio, sólo producen una pequeña cantidad de SOA, muy corta y no funcional.
Agata comenta el estudio: "Equilibrar la expresión génica en los cromosomas sexuales es esencial para el desarrollo en algunas especies. Sin embargo, otras carecen por completo de este mecanismo. Inesperadamente, descubrimos que en los mosquitos, equilibrar la expresión del cromosoma X mediante el SOA no es necesario para el desarrollo, pero da ventaja a los machos". Según Claudia, "se trata de una pista importante sobre cómo pueden haber evolucionado los mecanismos que equilibran la expresión génica en los cromosomas sexuales". M. Felicia Basilicata, coautora principal, añade: "Comprender los principios moleculares que actúan sobre los cromosomas sexuales nos ayudará a entender las diferencias entre hombres y mujeres en diversas patologías humanas".
Los hallazgos de los grupos, publicados en la revista Nature, suponen un gran paso adelante en nuestra comprensión de cómo se equilibra la expresión génica en los cromosomas sexuales. Los investigadores especulan con que la manipulación genética de genes que afectan exclusivamente a un sexo podría ser una estrategia útil para reducir el número de mosquitos hembra hematófagos, lo que supondría una gran ayuda en la lucha contra la malaria.
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