Mensajes del tejido adiposo
Identificación de una función hasta ahora desconocida del tejido adiposo en la secreción de insulina
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El tejido adiposo tiene mala fama. Esto se debe, entre otras cosas, al creciente número de personas obesas y con sobrepeso en todo el mundo. Las células del tejido adiposo son almacenes de energía muy eficaces que convierten el exceso de calorías de los alimentos en depósitos de grasa, a menudo de tamaño considerable. Sin embargo, la grasa corporal no es mala en general, ya que tiene funciones sumamente importantes. Por ejemplo, como órgano endocrino, productor de hormonas, el tejido adiposo interviene en la regulación de muchos procesos corporales. Investigadores de la Universidad de Augsburgo y del Helmholtz de Múnich, miembro del Centro Alemán para la Investigación de la Diabetes, han logrado ahora revelar otra función del tejido adiposo. Y es que las células adiposas no sólo liberan hormonas a la sangre, sino también las llamadas vesículas extracelulares.
"Las vesículas extracelulares son pequeñas partículas envueltas en membranas que se liberan de todas las células del cuerpo y transportan una especie de instantánea de los acontecimientos celulares a través del organismo. Pueden compararse con caballos de Troya que transportan proteínas, lípidos y ácidos nucleicos a un tejido diana para su liberación. Una vez en la nueva célula, pueden alterar su función", explica Konxhe Kulaj, doctorando y primer autor del artículo. "Por ejemplo, las vesículas extracelulares de las células adiposas se dirigen a las células beta del páncreas, donde son captadas y aumentan la liberación de la hormona insulina", prosigue Kulaj.
Tejido adiposo sano y obeso en movimiento con distinta "carga"
Junto con la doctoranda Michaela Bauer y su colega, la Dra. Alexandra Harger, y con la ayuda de las investigadoras del proteoma Natalie Krahmer y Özüm Sehnaz Caliskan, del Helmholtz de Múnich, Kulaj pudo demostrar en una serie de experimentos que las vesículas extracelulares del tejido adiposo sano y obeso llevan como "carga" una composición muy diferente de sustancias mensajeras y, por tanto, influyen de forma distinta en la función de las células beta del páncreas. Si las vesículas extracelulares procedían de tejido adiposo sano, como es el caso del peso normal, la secreción de insulina sólo se veía ligeramente alterada. En cambio, las vesículas extracelulares procedentes de tejido adiposo obeso transferían específicamente proteínas y ácidos nucleicos al páncreas, donde aumentaban enormemente la liberación de insulina. Como resultado, bajaron los niveles de glucosa en sangre.
Stemmer explica la importancia de los resultados: "Existe una laguna en nuestra comprensión del desarrollo de la diabetes de tipo 2. Cuando tenemos sobrepeso o somos obesos, por ejemplo, las células musculares o del tejido adiposo reaccionan con menos sensibilidad a la insulina; hablamos de resistencia a la insulina. En esta fase tan temprana de la diabetes de tipo 2, nuestro páncreas tiene que segregar más insulina, por ejemplo después de una comida, para mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de los valores normales. Pero, ¿cómo reconocen las células beta del páncreas que existe una resistencia a la insulina que les obliga a suministrar más insulina?
El investigador prosigue: "Un aumento de la secreción de insulina es muy beneficioso en esta fase inicial de la diabetes de tipo 2 y hace que el organismo sea capaz de mantener su nivel de glucosa en sangre en un nivel normal. Muchas personas obesas y con sobrepeso consiguen hacer esto durante décadas, y la enfermedad nunca se desarrolla". Las vesículas extracelulares de las células grasas parecen desempeñar un papel importante en este proceso."
"En general, las vesículas extracelulares tienen un gran potencial de aplicación en el diagnóstico y tratamiento de una amplia variedad de enfermedades", afirma Stemmer. "Nuestros estudios en curso pretenden cargar específicamente las vesículas para poder utilizarlas con fines terapéuticos".
En otros estudios, investigadores de Augsburgo y Múnich están desarrollando actualmente nuevos métodos para poder utilizar las vesículas extracelulares que circulan por la sangre en una investigación mínimamente invasiva de las funciones de los órganos. "La estrecha interconexión de nuestro Instituto de Medicina Teórica con el Hospital Universitario de Augsburgo y el Centro de Investigación Helmholtz de Múnich crea las condiciones óptimas para este tipo de enfoques de investigación innovadores, que en última instancia servirán para el bienestar de los pacientes con diabetes", afirma Stemmer.
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