¿Cómo reaccionan las células a los micro y nanoplásticos?

Las partículas de plástico también podrían unirse a sustancias potencialmente dañinas e introducirlas en la célula como un "caballo de Troya"

13.07.2022 - Alemania

Cuanto más pequeñas son las partículas de plástico, más fácilmente pueden ser absorbidas por las células. Además, la forma, la superficie y las propiedades químicas desempeñan un papel importante a la hora de responder a la pregunta de cómo podrían afectar las partículas a los tejidos humanos. Este es el resultado de un estudio realizado por investigadores del Instituto Federal Alemán de Evaluación de Riesgos (BfR), publicado en la revista Microplastics and Nanoplastics. "Con este estudio queremos contribuir a colmar las lagunas de conocimiento, todavía bastante grandes, en el tema de los efectos de los "nanoplásticos" sobre la salud", afirma el Dr. Holger Sieg, director del proyecto de investigación. "Sin embargo, se trata de experimentos de laboratorio con cultivos celulares que no pueden trasladarse sin más a los seres humanos".

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Las partículas de plástico entran en el medio ambiente a partir de la intemperie y la descomposición de los materiales poliméricos, la abrasión de los neumáticos o la ropa y muchas otras fuentes. Como resultado, varios tipos de partículas microplásticas pueden ser inhaladas o ingeridas con bebidas y alimentos.

Según los conocimientos actuales, se considera que los microplásticos suponen un riesgo comparativamente bajo para la salud humana. Su tamaño oscila entre un micrómetro (millonésima parte de un metro, unidad µm) y cinco milímetros (milésima parte de un metro, unidad mm) y, por lo tanto, es demasiado "voluminoso" para que las células humanas lo absorban de forma significativa y lo distribuyan en el organismo. No es digerible y se vuelve a excretar en gran medida.

Los nanoplásticos pueden entrar en las células

La situación es diferente con las partículas más pequeñas, los submicroplásticos y los nanoplásticos. Estas partículas tienen un tamaño de entre un nanómetro (milmillonésima parte de un metro, unidad nm) y 1000 nanómetros (equivalente a un micrómetro). Todavía no se sabe con certeza si pueden entrar en el cuerpo humano y en qué cantidades.

Holger Sieg y su equipo han trabajado con partículas submicrométricas y nanoplásticos y sus efectos en las células del intestino delgado y del hígado humanos. Como estas partículas son tan pequeñas y difíciles de estudiar, no es fácil obtener información fiable sobre sus efectos en los tejidos humanos. Para ello, el equipo del BfR utilizó varios métodos de microscopía y ensayo. Las células se expusieron a varios tipos de plástico que se utilizan en las vajillas y cubiertos de plástico o en los envases de alimentos.

La mucosa intestinal sólo absorbe unas pocas micropartículas

Resultó que cuanto más pequeñas eran las partículas, más se absorbían. El tipo de partículas también desempeñaba un papel importante. Las células del intestino delgado, como barrera natural entre el contenido intestinal y el organismo, resultaron ser bastante resistentes. Los microplásticos sólo se "filtraron" en la célula en una pequeña medida. En cambio, las partículas aún más pequeñas del rango submicrométrico pudieron medirse en mayores cantidades en las células intestinales y hepáticas. Las partículas se adhirieron directamente a las membranas celulares o quedaron atrapadas en pequeñas burbujas de la membrana celular, un proceso conocido como endocitosis.

Todavía no está claro si estas inclusiones artificiales pueden alterar el metabolismo normal de la célula. Las partículas de plástico también podrían unir sustancias potencialmente nocivas a sí mismas e introducirlas en la célula como un "caballo de Troya". Se discuten los posibles efectos de los plásticos submicrométricos y nanoplásticos, por ejemplo los efectos inflamatorios. En estudios posteriores se investigará en qué medida es así.

"Aunque hemos trabajado en el laboratorio con un sistema modelo que sólo puede representar la realidad de forma muy simplificada, nuestros hallazgos pueden ayudar a colmar las lagunas de nuestros conocimientos sobre el comportamiento de las partículas de plástico más pequeñas", resume el experto del BfR Holger Sieg. "Sin embargo, todavía no es posible decir si los resultados son también válidos para los seres humanos. Para ello, los hallazgos del laboratorio deben ser verificados en experimentos de seguimiento".

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