Las etiquetas de seda fluorescentes y comestibles pueden detectar los medicamentos falsos
Los códigos de las etiquetas pueden leerse con una aplicación de smartphone
Adapted from ACS Central Science 2022, DOI: 10.1021/acscentsci.1c01233
Las farmacias en línea han despegado en los últimos años, entregando muchos tipos de medicamentos directamente a los hogares de los consumidores. Algunas de estas empresas son legítimas, pero otras operan de forma ilegal, suministrando medicamentos falsificados que no son de calidad, están mal etiquetados o contienen componentes no deseados. Además, los problemas de la cadena de suministro global han facilitado la infiltración de medicamentos falsos en el mercado. Para infundir confianza a los consumidores, las empresas farmacéuticas etiquetan el embalaje exterior de sus productos con códigos de barras, códigos QR, hologramas e identificadores de radiofrecuencia, lo que permite a los distribuidores y minoristas gestionar los productos a lo largo de la cadena de suministro. Sin embargo, no existen códigos equivalentes para que los consumidores verifiquen la procedencia de las píldoras individuales o las dosis líquidas dentro de un envase. Los investigadores han desarrollado materiales sintéticos fluorescentes, como microfibras y nanopartículas, como códigos de seguimiento, pero las sustancias son potencialmente inseguras para el consumo. Por eso, Seong-Wan Kim, Young Kim y sus colegas querían ver si la seda, que es un material comestible y "generalmente reconocido como seguro", podía colocarse directamente sobre los medicamentos y hacerlos fluorescentes, ayudando a los consumidores a asegurarse de que sus compras son lo que dicen ser.
Los investigadores modificaron genéticamente los gusanos de seda para producir fibroínas de seda -proteínas comestibles que dan fuerza a las fibras de seda- con una proteína fluorescente cian, verde o roja. Disolvieron los capullos de seda fluorescentes para crear soluciones de polímeros fluorescentes, que aplicaron sobre una fina película de seda blanca de 9 mm de ancho en una cuadrícula de siete por siete. Al iluminar la rejilla con luz azul violeta, azul y verde, se revelaron los patrones 3D de los cuadrados cian, verde y rojo, respectivamente. Utilizando filtros ópticos sobre la cámara del teléfono, una aplicación diseñada por el equipo puede escanear el patrón fluorescente, decodificar la clave digitalizada utilizando un algoritmo de aprendizaje profundo y abrir una página web, que podría albergar información sobre el origen y la autenticidad del medicamento. Y dado que algunos medicamentos líquidos están basados en el alcohol, los investigadores colocaron una película de seda codificada en una botella transparente de whisky escocés, y descubrieron que el código fluorescente seguía siendo legible con la app. Por último, los investigadores demostraron que las proteínas fluorescentes de la seda son descompuestas por las enzimas gastrointestinales, lo que sugiere que los códigos de seda no sólo son comestibles, sino que también pueden ser digeridos por el organismo. Los investigadores afirman que la colocación de estos apliques de códigos comestibles en píldoras o en dosis líquidas podría permitir a los pacientes y a sus cuidadores evitar el consumo involuntario de tratamientos falsos.
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