El papel de los receptores amargos en el cáncer
Los receptores amargos también se encuentran en las células cancerosas
© Jürgen Behr / Leibniz-LSB@TUM
Los seres humanos tienen 25 tipos diferentes de receptores funcionales del sabor amargo. Estos se encuentran en nuestra lengua, donde facilitan la percepción del sabor de los compuestos de sabor amargo. Además, cada vez se descubre más que las células de los órganos extraorales también tienen estos receptores. Dado que no "saboreamos" con estos receptores expresados en los tejidos no guturales, se plantea la cuestión de qué funciones cumplen allí. Algunas de ellas ya se conocen. Por ejemplo, ciertos receptores del sabor amargo en las células gástricas participan en la regulación de la secreción de ácido gástrico o desempeñan un papel en la liberación de sustancias antimicrobianas en las células del tracto intestinal y respiratorio.
Los receptores amargos también se encuentran en las células cancerosas
"Los nuevos hallazgos sugieren que los receptores del sabor amargo tienen funciones fisiológicas que podrían utilizarse para prevenir o tratar enfermedades", informa la autora del estudio, Agnes Mistlberger-Reiner, investigadora postdoctoral del Departamento de Química Fisiológica de la Universidad de Viena. Esto también es aplicable al cáncer, afirma, ya que los receptores del sabor amargo también están presentes y son funcionalmente activos en las células cancerosas.
Para obtener una visión general del estado actual de los conocimientos sobre el tema "receptores del sabor amargo y cáncer", el equipo de la Universidad de Viena, el Instituto Leibniz de Biología de Sistemas Alimentarios de la Universidad Técnica de Múnich y la Universidad Médica de Viena realizó una búsqueda sistemática en PubMed y GoogleScholar. La revisión sistemática resultante tiene en cuenta tanto los estudios que investigaron las relaciones entre la percepción del sabor de los compuestos amargos, la dieta y la incidencia de ciertos cánceres, como los que exploraron el papel de los receptores amargos en la carcinogénesis a nivel molecular.
Percepción individual del sabor, dieta y cáncer
"Como muestra nuestro análisis de datos, no se ha demostrado hasta ahora ninguna conexión entre las diferencias determinadas genéticamente en la percepción de los compuestos amargos, la dieta y el desarrollo del cáncer", dice Veronika Somoza, que es subdirectora del Departamento de Química Fisiológica, así como directora del Instituto Leibniz de Freising. Además, el estudio descubrió que, en muchos casos, la expresión génica del receptor del sabor amargo está regulada a la baja en las células y tejidos cancerosos, lo que significa que se detectan menos productos génicos.
"Por el contrario, hay pruebas de que la sobreexpresión de estos genes receptores y la activación selectiva de los receptores del sabor amargo estimulan mecanismos celulares anticancerígenos", añadió la primera autora y estudiante de doctorado Sofie Zehentner. Estos incluyen efectos como la reducción de la división y la migración celular, así como un aumento de la tasa de apoptosis, es decir, un incremento de la muerte celular programada de las células cancerosas.
"Hay muchos indicios de que los receptores del sabor amargo están implicados en los mecanismos celulares del cáncer, lo que los convierte en objetivos interesantes para el desarrollo de nuevas terapias. Por lo tanto, tenemos la intención de seguir explorando las funciones de los receptores del sabor amargo en el futuro", dijo Veronika Somoza.
El artículo de revisión es el resultado de un proyecto financiado por el Fondo de Ciencia y Tecnología de Viena (WWTF), en el que los científicos del entorno de Veronika Somoza están investigando hasta qué punto el compuesto aromático homoeriodicitol es eficaz contra los trastornos del gusto en pacientes con cáncer.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.