Los cierres recurrentes no son necesarios para el control de la pandemia
La prueba de rastreo y aislamiento ha demostrado ser muy eficaz para romper las cadenas de infección
© MPIDS / Priesemann
© MPIDS / Priesemann
Junto con sus colegas, Sebastián Contreras, del MPIDS, estudió el control de la propagación de la enfermedad mediante las llamadas intervenciones no farmacéuticas. Estas incluyen medidas gubernamentales obligatorias y acciones voluntarias, como el distanciamiento físico, los hábitos cotidianos y las mascarillas. Los científicos descubrieron un régimen estable con un número bajo de casos, en el que la libertad se maximiza sin necesidad de cierres recurrentes. Sin embargo, un factor crítico para mantener esta libertad es la continuación de un sistema rápido y eficiente de "prueba, seguimiento y aislamiento".
El sistema de prueba, rastreo y aislamiento ha demostrado ser muy eficaz para romper las cadenas de infección
Durante la pandemia de COVID-19, el sistema "test-trace-and-isolate" contribuyó en gran medida a contener la propagación de la enfermedad; mediante el seguimiento de los contactos cercanos de los individuos infectados, se pueden romper las cadenas de infección. Sin embargo, este enfoque sólo puede ser eficaz si es oportuno y cuando el número de casos está dentro de la capacidad de rastreo finita de las autoridades sanitarias. Los investigadores descubrieron que las pruebas y el rastreo de contactos pueden estabilizar la incidencia de COVID-19 en valores bajos y requerir menos medidas para proteger la salud de la población. Sin embargo, esta estabilidad está condicionada a las medidas establecidas (tanto voluntarias como gubernamentales) y a la capacidad de rastreo de contactos de las autoridades sanitarias; es una cuestión de equilibrio (como se ilustra en la figura 1).
"Haciendo una analogía, el sistema de rastreo y aislamiento que puede detener las cadenas de infección en COVID-19 se asemeja a los bomberos que pueden detener los incendios forestales. En ambos casos, es mucho más fácil contener los brotes localmente mientras son pequeños. Una vez que el brote se ha descontrolado, la prueba de aislamiento se vuelve demasiado lenta e inespecífica; hay que restablecer fuertes medidas a escala poblacional y, paralelamente, tratar de proteger a los vulnerables", dice Viola Priesemann, que coordinó el estudio. "La vacunación y otras medidas voluntarias para evitar el contagio facilitarán aún más el control, actuando como una lluvia muy conveniente en nuestra analogía del fuego", añade Sebastián Contreras.
El modelo refleja el desarrollo de la pandemia en el pasado reciente
Además de las nuevas pruebas matemáticas presentadas por los investigadores, hay ejemplos del mundo real de sus conclusiones tras la ola de invierno de COVID-19 en 2020 (que se muestra en la figura 2). No obstante, los resultados son generales y se aplican a cualquier enfermedad infecciosa, sin limitarse únicamente a la pandemia de COVID-19. Por tanto, permitirán a los responsables políticos planificar estrategias de respuesta eficaces en el futuro. Como siguiente paso en su investigación, los autores pretenden analizar los factores que subyacen a la adhesión y el cumplimiento de las medidas, estudiando la interacción entre la enfermedad y la difusión de información.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.