Investigadores desarrollan un análisis de sangre para detectar la depresión y el trastorno bipolar
En todo el mundo, 1 de cada 4 personas sufrirá un episodio depresivo a lo largo de su vida.
IU School of Medicine
Aunque los métodos actuales de diagnóstico y tratamiento son en gran medida de ensayo y error, un estudio innovador realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana arroja nueva luz sobre la base biológica de los trastornos del estado de ánimo y ofrece un prometedor análisis de sangre destinado a un enfoque de medicina de precisión para el tratamiento.
Dirigido por el doctor Alexander B. Niculescu, catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana, el estudio se ha publicado en la revista de alto impacto Molecular Psychiatry. El trabajo se basa en investigaciones anteriores realizadas por Niculescu y sus colegas sobre biomarcadores sanguíneos que rastrean la suicidalidad, así como el dolor, el trastorno de estrés postraumático y la enfermedad de Alzheimer.
"Hemos sido pioneros en el área de la medicina de precisión en psiquiatría durante las dos últimas décadas, especialmente en los últimos 10 años. Este estudio representa un resultado actual del estado del arte de nuestros esfuerzos", dijo Niculescu. "Forma parte de nuestro esfuerzo por llevar la psiquiatría del siglo XIX al siglo XXI. Para ayudarla a ser como otros campos contemporáneos, como la oncología. En última instancia, la misión es salvar y mejorar vidas".
El trabajo del equipo describe el desarrollo de un análisis de sangre, compuesto por biomarcadores de ARN, que puede distinguir la gravedad de la depresión de un paciente, el riesgo de que desarrolle una depresión grave en el futuro y el riesgo de padecer un futuro trastorno bipolar (enfermedad maníaco-depresiva). La prueba también permite elegir la medicación a medida de los pacientes.
Este estudio exhaustivo se llevó a cabo durante cuatro años, con más de 300 participantes reclutados principalmente entre la población de pacientes del Centro Médico de Veteranos Richard L. Roudebush de Indianápolis. El equipo utilizó un cuidadoso enfoque de cuatro pasos de descubrimiento, priorización, validación y prueba.
En primer lugar, se realizó un seguimiento de los participantes a lo largo del tiempo, y los investigadores los observaron en estados de ánimo altos y bajos, registrando cada vez lo que cambiaba en términos de marcadores biológicos (biomarcadores) en su sangre entre los dos estados.
A continuación, el equipo de Niculescu utilizó grandes bases de datos desarrolladas a partir de todos los estudios anteriores en este campo, para validar y priorizar sus hallazgos. A partir de aquí, los investigadores validaron los 26 principales biomarcadores candidatos en cohortes independientes de personas clínicamente graves con depresión o manía. Por último, los biomarcadores se probaron en otras cohortes independientes para determinar su grado de eficacia a la hora de predecir quién está enfermo y quién lo estará en el futuro.
A partir de este planteamiento, los investigadores pudieron demostrar cómo se puede asignar a los pacientes la medicación, e incluso encontrar un nuevo medicamento potencial para tratar la depresión.
"Con este trabajo, queríamos desarrollar análisis de sangre para la depresión y el trastorno bipolar, para distinguir entre ambos, y para emparejar a las personas con los tratamientos adecuados", dijo Niculescu. "Los biomarcadores sanguíneos están surgiendo como herramientas importantes en trastornos en los que el autoinforme subjetivo de un individuo, o la impresión clínica de un profesional de la salud, no siempre son fiables. Estos análisis de sangre pueden abrir la puerta a una combinación precisa y personalizada con los medicamentos, y a un seguimiento objetivo de la respuesta al tratamiento."
Además de los avances diagnósticos y terapéuticos descubiertos en su último estudio, el equipo de Niculescu descubrió que los trastornos del estado de ánimo están subrayados por los genes del reloj circadiano, es decir, los genes que regulan los ciclos estacionales, día-noche y sueño-vigilia.
"Eso explica por qué algunos pacientes empeoran con los cambios estacionales, y las alteraciones del sueño que se producen en los trastornos del estado de ánimo", dijo Niculescu.
Según Niculescu, el trabajo realizado por su equipo ha abierto la puerta a que sus hallazgos se trasladen a la práctica clínica, además de ayudar al desarrollo de nuevos fármacos. Centrándose en la colaboración con empresas farmacéuticas y otros médicos en un esfuerzo por empezar a aplicar algunas de sus herramientas y descubrimientos en escenarios del mundo real, Niculescu dijo que cree que el trabajo realizado por su equipo es vital para mejorar la calidad de vida de innumerables pacientes.
"Los biomarcadores sanguíneos ofrecen ventajas en la práctica clínica del mundo real. El cerebro no puede biopsiarse fácilmente en individuos vivos, por lo que hemos trabajado duro durante años para identificar biomarcadores sanguíneos de trastornos neuropsiquiátricos", dijo Niculescu. "Dado el hecho de que 1 de cada 4 personas tendrá un episodio clínico de trastorno del estado de ánimo en su vida, no se puede exagerar la necesidad e importancia de esfuerzos como el nuestro".
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