Cómo afecta el ser humano al aire interior

La forma en que elegimos vivir tendrá un impacto en la química interior

11.02.2021 - Alemania

Los seres humanos emiten cantidades importantes de compuestos químicos en los ambientes interiores. Varios estudios publicados por científicos del Instituto Max Planck de Química muestran ahora hasta qué punto influimos en el aire de los espacios cerrados.

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Imagen simbólica

El cuerpo humano puede tener un fuerte impacto en la composición química del aire interior. A través de nuestra piel y nuestro aliento, emitimos una compleja mezcla de compuestos que pueden reaccionar en el entorno. No sólo la contaminación del aire exterior desempeña un papel importante en la salud humana, sino también la calidad del aire interior, ya que pasamos la mayor parte del tiempo en el interior, y esto ha aumentado desde la pandemia de coronavirus. Aunque los edificios nos protegen en cierta medida de la contaminación exterior, aumentan nuestra exposición a las sustancias químicas generadas en el hogar. Por eso es especialmente importante entender cómo las emisiones humanas afectan a la composición del aire interior.

Un equipo internacional de científicos dirigido por el Instituto Max Planck de Química ha llevado a cabo una serie de experimentos para analizar e identificar la naturaleza exacta y la química de las emisiones humanas en interiores. Los resultados se han publicado recientemente en cinco artículos científicos.

"Lo que hemos estudiado es el perfil total de las emisiones de gases traza del ser humano y qué compuestos específicos proceden de la piel y el aliento", afirma Jonathan Williams, jefe de grupo del Instituto Max Planck de Química. El equipo científico midió por primera vez la reactividad total de las emisiones humanas y comprobó su sensibilidad a la presencia de ozono, uno de los oxidantes más importantes en interiores. "Cuando el ozono reacciona con los aceites de la piel, libera muchos compuestos reactivos. Sólo con abrir la ventana, dejamos entrar más ozono y generamos más de estos compuestos reactivos en el aire", explica Williams. Hay que seguir investigando qué influencia tienen estas sustancias en el cuerpo humano.

Otro aspecto en el que se centraron los científicos durante sus experimentos fueron las grandes partículas biológicas y el amoníaco procedente de la piel. "Cuando la ropa roza nuestra piel, liberamos escamas de partículas al aire, y cuanto más calor tenemos, más amoníaco sale de la piel", explica Williams. Si mantenemos la casa fresca y llevamos pantalones y camisas largas, añadimos partículas propias a las que entran desde el exterior, mientras que si subimos el termostato y llevamos camisetas y pantalones cortos, emitiremos mucho más amoníaco y alteraremos el pH de las superficies de nuestra casa. Los resultados dejan claro que la forma en que elegimos vivir influye en la química interior.

Los científicos ven una gran necesidad de investigar la relación entre la contaminación del aire exterior y la composición del aire interior. A medida que el aire entra en un edificio, la distribución de tamaños dentro del aerosol se modifica y las partículas que permanecen en el aire pueden captar las sustancias químicas liberadas en el interior para que sean transportadas a las profundidades de los pulmones. Además, la temperatura, la humedad y las sustancias químicas del aire interior pueden cambiar la composición de las partículas finas de formas que no se conocen bien.

Los experimentos se realizaron en una cámara de acero inoxidable con climatización controlada ocupada por cuatro personas en la Universidad Técnica de Dinamarca. Los participantes llevaban ropa especial lavada con un detergente sin perfume. Los científicos realizaron mediciones variando la temperatura, la humedad relativa, la edad de las personas y la cantidad de ozono en la cámara, así como el tipo de ropa que llevaban los participantes.

El equipo que rodea a Jonathan Williams tiene previsto volver a la cámara climática de Copenhague para realizar otra serie de experimentos a finales de este año. Durante esta nueva campaña explorarán cómo cambian las emisiones humanas al hacer ejercicio, así como en relación con la higiene personal. Además, los científicos medirán exhaustivamente los cambios en las emisiones que se producen cuando los participantes llevan una máscara. "Hoy en día todos llevamos máscaras, por lo que es importante ver cómo influyen las cubiertas faciales en la química del aire interior que nos rodea", añade Williams.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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