La hematoxilina como asesina de las células cancerígenas mutantes CALR
Nuevo enfoque terapéutico para el tratamiento de la mielofibrosis primaria
© Laura Alvarez/CeMM
En medicina, un grupo de enfermedades malignas de la médula ósea se conoce como neoplasias mieloproliferativas. Este tipo especial de cáncer de la sangre se caracteriza por el aumento de la formación de células sanguíneas, la vulnerabilidad a la trombosis y la frecuente transformación en leucemia aguda. En el laboratorio de Robert Kralovics se descubrió ya en 2013 que las mutaciones cancerígenas del gen de la calreticulina (CALR) se encontraban con frecuencia en los pacientes afectados y ahora se utilizan clínicamente como marcadores de diagnóstico y pronóstico. Desde entonces también se ha identificado científicamente el mecanismo por el cual la CALR mutada funciona como un oncogén, que puede dar lugar a la leucemia mieloide. El efecto carcinógeno de las mutaciones de la RLC se basa en la interacción del dominio de unión de N-glicano (GBD) de la RLC con el receptor de trombopoietina. Ruochen Jia del grupo de investigación de Robert Kralovics en el CeMM buscaba una manera de detener esta interacción y evitar una de las ventajas de crecimiento de las células mutadas CALR. Se hizo evidente que un grupo de químicos, más notablemente la hematoxilina, puede matar selectivamente a las células CALR mutadas. Por lo tanto, los resultados proporcionan una información extremadamente valiosa para los posibles enfoques de tratamiento de las neoplasias mieloproliferativas.
Los compuestos de hematoxilina matan las células mutadas CALR
Robert Kralovics, jefe del estudio, explica: "En nuestro estudio intentamos identificar pequeñas moléculas que podrían bloquear la interacción entre el CALR mutado y el receptor". Los científicos utilizaron los llamados estudios de acoplamiento in-silico para este propósito. "Básicamente, se trata de simulaciones por ordenador de procesos bioquímicos - 'screening' virtual que permite predicciones cada vez más precisas", dice el autor del estudio Ruochen Jia. Los resultados mostraron un grupo de químicos como aglutinantes de un dominio específico de la calreticulina, que matan selectivamente las células CALR mutadas. "Nuestros datos sugieren que las pequeñas moléculas que se dirigen al dominio de unión N-glicano de la CALR pueden matar selectivamente a las células con CALR mutado al interrumpir la interacción entre la CALR y el receptor de trombopoietina e inhibir la transmisión de la señal oncogénica", dijeron los autores del estudio. Un compuesto de hematoxilina demostró ser particularmente eficiente. Hasta ahora, la hematoxilina se ha utilizado como colorante, especialmente en procesos de tinción histológica.
Rayo de esperanza para la terapia de mielofibrosis primaria
"Nuestro estudio demuestra el enorme potencial terapéutico de la terapia de inhibidores de la CALR", dice Kralovics. "El tratamiento de pacientes con mielofibrosis primaria (PMF) continúa produciendo resultados clínicos deficientes. Tienen la más clara tendencia a desarrollar leucemia mieloide aguda. Dado que alrededor de un tercio de los pacientes con PMF tienen una mutación CALR, podrían beneficiarse particularmente del nuevo enfoque terapéutico".
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