El tejido adiposo como culpable: cómo la obesidad conduce a la diabetes
Sorpresa de los investigadores: una sola enzima altera todo el metabolismo del azúcar en una dieta rica en grasas
Computer-generated image
La diabetes es una enfermedad en la que el organismo es incapaz de mantener el azúcar en sangre dentro de unos límites saludables. Normalmente, el páncreas produce suficiente insulina para regular el nivel de azúcar en sangre y mantener la homeostasis. Sin embargo, en los diabéticos, el organismo ha perdido esta capacidad, lo que provoca hiperglucemia.
Los niveles de azúcar en sangre demasiado elevados de forma persistente pueden causar daños a largo plazo en los vasos sanguíneos y provocar complicaciones graves, como ceguera o insuficiencia renal. Desde hace tiempo se sabe que los pacientes obesos corren especial riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 y que el tejido adiposo desempeña un papel fundamental en la aparición de la enfermedad. En su reciente estudio, investigadores dirigidos por el profesor Michael N. Hall, del Biozentrum de la Universidad de Basilea, revelaron cómo una dieta rica en grasas desencadena la diabetes.
Una dieta rica en grasas no sólo provoca una formación excesiva de tejido adiposo, sino que además merma la capacidad de este tejido para regular los niveles de azúcar en sangre. Esto se debe a una producción insuficiente de la enzima hexoquinasa 2, que normalmente desempeña un papel fundamental en la eliminación del azúcar por el tejido adiposo. En consecuencia, el organismo desarrolla resistencia a la insulina, lo que significa que no puede utilizar eficazmente la insulina para la absorción del azúcar de la sangre a las células.
La diabetes como consecuencia de la pérdida de enzimas
La pérdida de hexocinasa 2 inducida por una dieta rica en grasas reduce la eliminación de azúcar en el tejido adiposo y altera el metabolismo del azúcar en el hígado. El hígado produce más azúcar que los individuos de peso normal que siguen una dieta sana. El efecto combinado de estos cambios metabólicos en los dos tejidos conduce inevitablemente a niveles permanentemente elevados de azúcar en sangre y, en última instancia, a la diabetes.
"Fue absolutamente sorprendente que la pérdida de una sola enzima específicamente en el tejido adiposo, resultante de una dieta rica en grasas, pudiera tener un impacto tan profundo en el metabolismo de la glucosa de todo el organismo", afirma el Dr. Mitsugu Shimobayashi, primer autor del trabajo publicado en eLife. "Las consecuencias de largo alcance de estas conexiones no dejan de sorprendernos". Dada la creciente prevalencia de la obesidad en todo el mundo, es importante comprender mejor los mecanismos que subyacen al desarrollo de enfermedades relacionadas con la obesidad, como la diabetes.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.