La contaminación química amenaza la biodiversidad
Los científicos afirman que hay que tener en cuenta más contaminantes ambientales en la protección de las especies
© Gabriel Sigmund & Aaron Kintzi
"Aunque el proyecto de acuerdo menciona la contaminación química, sólo tiene en cuenta los nutrientes, los pesticidas y los residuos plásticos, por lo que se queda muy corto", explica el científico medioambiental Gabriel Sigmund. "Muchos productos químicos altamente problemáticos que contaminan el medio ambiente y, por tanto, amenazan la diversidad de las especies animales y vegetales, simplemente se pasan por alto", añade la ecotoxicóloga Ksenia Groh. Esto significa que el acuerdo no hace justicia a la inmensa diversidad de productos químicos fabricados por el hombre. Los metales tóxicos, los productos químicos industriales, los productos químicos de los bienes de consumo, los productos farmacéuticos y los productos de transformación de estos productos químicos, a menudo desconocidos, aún no se han tenido en cuenta en el proyecto de acuerdo del Marco Mundial para la Biodiversidad después de 2020.
Los productos químicos reducen la resistencia de los organismos vivos
Los contaminantes químicos afectan a los organismos del medio ambiente tanto directa como indirectamente y, por tanto, pueden contribuir al declive o incluso a la extinción de especies sensibles. Por ejemplo, las poblaciones de ballenas Orca de las costas de Canadá, Brasil, Japón y Gibraltar están amenazadas debido a las altas concentraciones de productos químicos industriales en sus cuerpos. Además, si las plantas y los animales se adaptan a la exposición química, su diversidad genética puede disminuir. "Si la diversidad genética de las poblaciones disminuye, su resistencia a factores de estrés como el calentamiento global y otros aspectos del cambio global también disminuirá", advierte Groh. "Estos efectos indirectos de la contaminación química y otras innumerables interacciones con otras sustancias que amenazan la biodiversidad y los ecosistemas se ignoran cuando el foco de atención se limita a los nutrientes, los pesticidas y los plásticos", explica Sigmund, que investiga los contaminantes ambientales en el Centro de Microbiología y Ciencia de Sistemas Ambientales de la Universidad de Viena.
Los investigadores piden esfuerzos interdisciplinarios y apoyo político
Para comprender las complejas interacciones, los investigadores creen que es esencial el esfuerzo conjunto de equipos de investigación interdisciplinarios. "A pesar de ello, ni la comunidad científica ni los organismos de financiación han reconocido aún plenamente esta necesidad ni han respondido adecuadamente a ella", afirma Sigmund, "pero las pruebas disponibles ya justifican la ampliación del ámbito de las sustancias químicas consideradas por el Convenio sobre la Biodiversidad a una gama más amplia de contaminantes químicos." El llamado "Marco Mundial para la Biodiversidad después de 2020" es un nuevo plan estratégico para orientar las decisiones políticas internacionales sobre biodiversidad hasta 2030. Se está negociando en el contexto del acuerdo multilateral sobre diversidad biológica: el Convenio sobre la Diversidad Biológica.
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