Las moléculas de azúcar como objetivo en la terapia del cáncer
Cómo las células inmunitarias se vuelven traidoras
Computer-generated image
En realidad, el sistema inmunitario está muy bien equipado para deshacerse de las células anormales. Como mecanismo de seguridad, las células sanas incorporan características especiales para que el sistema inmunitario las reconozca y evite así un ataque erróneo. Sin embargo, las células cancerosas manipulan sigilosamente estos mecanismos de seguridad de tal manera que el sistema inmunitario las deja tranquilas.
En los últimos años, las inmunoterapias han revolucionado el tratamiento del cáncer. Se trata de terapias que impiden que las células cancerosas inhiban la respuesta inmunitaria. Se trata de bloquear lo que se conoce como "puntos de control inmunitario" mediante proteínas producidas artificialmente, lo que permite a las células inmunitarias atacar con éxito a las células cancerosas.
"Con muchos tumores, sin embargo, sólo se han obtenido modestos niveles de éxito. Por eso buscamos nuevos enfoques que permitan activar la respuesta inmunitaria antitumoral de forma más eficaz", explica el profesor Heinz Läubli, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea y del Hospital Universitario de Basilea. En la revista especializada Science Translational Medicine, su equipo, junto con el de la profesora Carolyn Bertozzi, recientemente galardonada con el Nobel, de la Universidad de Stanford, informa sobre un nuevo y prometedor enfoque. Alterando las moléculas de azúcar de la superficie de las células cancerosas en ratones, los investigadores pudieron producir un aumento significativo de la respuesta inmunitaria antitumoral.
Cómo las células inmunitarias se vuelven traidoras
Se centraron en las moléculas de azúcar de la superficie de las células cancerosas, así como en las células de su entorno inmediato. Estos azúcares concretos, que contienen ácido siálico, también se encuentran en las células sanas y son importantes para la comunicación entre células. Sin embargo, los tumores aumentan la proporción de estos azúcares en su superficie.
Ciertas células inmunitarias, llamadas macrófagos, reconocen estos azúcares de ácido siálico y se vuelven traidoras sin darse cuenta: dan a otras células inmunitarias cercanas la impresión de que todo va bien. Los experimentos del equipo de investigación en ratones han podido demostrar ahora que los azúcares del ácido siálico pueden eliminarse, o al menos reducirse mucho, con la ayuda de una enzima. Esto significa que los macrófagos ya no impiden que el tumor sea atacado inmunológicamente.
Una estructura objetivo para nuevas terapias
Unos análisis más precisos han permitido a los investigadores identificar en los ratones el receptor exacto de los macrófagos que reconoce los azúcares del ácido siálico. Si se pudiera identificar el receptor equivalente en los seres humanos, podría ser otra diana interesante en el intento de atajar las células cancerosas con la ayuda del propio sistema inmunitario del paciente.
"La combinación de nuestro enfoque con los métodos de bloqueo de los puntos de control inmunitarios ya establecidos permitió frenar realmente el crecimiento de los tumores en los ratones de laboratorio", afirma el profesor Läubli. Como siguiente paso, los investigadores pretenden buscar formas de eliminar los azúcares del ácido siálico del tumor y sus alrededores de la forma más selectiva posible, con el fin de evitar la interrupción de la función de las células sanas y eliminar los efectos secundarios.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.