Los trucos de los linfomas
Las células cancerosas crean nichos de protección para sí mismas
© AG Rehm, MDC
Las inmunoterapias se han convertido en una parte indispensable del tratamiento moderno del cáncer. Son especialmente eficaces contra cánceres como la enfermedad de Hodgkin, un tipo de cáncer de la sangre que ataca el sistema linfático. Sin embargo, cuando se trata de linfomas no Hodgkin agresivos, los enfoques comparables que emplean diversas estrategias para incitar al sistema inmunitario a atacar las células tumorales suelen acabar en fracaso.
La arquitectura de los ganglios linfáticos está alterada
La razón probable de este fracaso ha sido descubierta ahora por un equipo dirigido por el Dr. Armin Rehm, jefe del Laboratorio de Inmunología Tumoral Traslacional del Centro Max Delbrück de Medicina Molecular de la Asociación Helmholtz (MDC) de Berlín. "En experimentos con ratones y tejido tumoral humano, pudimos demostrar que las células cancerosas alteran la delicada arquitectura de los ganglios linfáticos", explica el Dr. Lutz Menzel, primer autor del artículo de "Cell Reports" e investigador del laboratorio de Rehm.
Esto hace que un grupo de grandes vasos sanguíneos -las vénulas endoteliales altas- pierdan una de sus funciones más importantes. "Sin estos vasos intactos, las células inmunitarias no pueden migrar a los ganglios linfáticos en sus patrullas para localizar células tumorales", explica Menzel. En el estudio financiado por la German Cancer Aid participaron varios grupos de investigación del MDC, entre ellos el Laboratorio de Regulación Microambiental en Autoinmunidad y Cáncer, dirigido por la Dra. Uta Höpken.
Resultados idénticos en ratones y humanos
"Sabíamos por un estudio anterior que los linfomas agresivos, como el linfoma no Hodgkin difuso de células B grandes, estimulan el crecimiento de pequeños vasos capilares en los ganglios linfáticos", dice Rehm. De este modo, las células tumorales se aseguran un suministro óptimo de nutrientes durante su rápido crecimiento. "Al mismo tiempo, los exámenes microscópicos nos mostraron que había muy pocos vasos sanguíneos de mayor diámetro en los ganglios linfáticos afectados", informa Rehm, añadiendo que los hallazgos en ratones eran idénticos a los de los humanos con linfomas agresivos.
En el estudio actual, los investigadores utilizaron primero ratones para investigar cómo se produce la pérdida de vénulas endoteliales altas, una situación que permite a los linfomas eludir el ataque del sistema inmunitario celular. "Descubrimos una compleja cascada de cambios que incluyen la alteración de las estructuras del andamiaje en los ganglios linfáticos", dice Menzel. "Esta alteración provoca cambios en las relaciones de presión y volumen, que influyen en la expresión genética".
Esto, dice, lleva finalmente a que las vénulas endoteliales altas se transformen en vasos sanguíneos completamente normales, cortando así el acceso de las células inmunitarias a las células cancerosas. El equipo pudo confirmar estas observaciones en tejido canceroso humano. Examinaron casi 80 muestras de tejido de pacientes con linfoma no Hodgkin agresivo para validar los resultados.
Las células cancerosas crean nichos de protección para sí mismas
"Muchos tipos de tumores emplean estrategias para eludir el ataque del sistema inmunitario", afirma Rehm. "Por ejemplo, las células cancerosas desarrollan moléculas de superficie especiales o producen moléculas de señalización que desactivan las células inmunitarias". Hasta ahora se había investigado poco sobre cómo los linfomas se protegen de las defensas del organismo a medida que crecen. "Nuestro estudio proporciona ahora una visión más profunda de los métodos que utilizan las células tumorales para crear nichos de protección en los ganglios linfáticos", señala Rehm.
"Es crucial saber lo que ocurre en el microambiente del tumor, especialmente cuando se trata de la inmunoterapia del cáncer", añade Menzel. "Sólo así podremos idear estrategias que permitan a las células T terapéuticas llegar al lugar del tumor, donde podrán combatirlo directamente".
Facilitar la inmigración de células inmunitarias
El equipo planea utilizar los nuevos hallazgos para desarrollar estrategias dirigidas a detener o incluso revertir el proceso responsable de la desaparición de las vénulas endoteliales altas. "Una de las cosas que estamos tratando de hacer es alterar específicamente los vasos de los ganglios linfáticos con la ayuda de varios fármacos", dice Rehm. El objetivo aquí, dice, es facilitar la inmigración de células inmunitarias y evitar que las células tumorales se blinden contra el ataque en sus nichos. De este modo, los investigadores esperan que enfoques inmunoterapéuticos como la terapia con células T CAR puedan ser también más eficaces contra los linfomas no hodgkinianos agresivos.
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