Por qué los pacientes cardíacos deben evitar los pasteles de nata
Un estudio examina la influencia del ácido ruménico en las fibras musculares del corazón
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Aumento del consumo de energía
"El ácido rómico se une a la proteína motora cardíaca miosina, un importante componente de las fibras musculares del corazón", explica el profesor Manstein. El bioquímico y biólogo estructural lleva mucho tiempo ocupándose de la cuestión de cómo ciertas sustancias de los alimentos controlan e influyen química y biológicamente en nuestro organismo. En experimentos bioquímicos, descubrió que el ácido ruminal, que se forma en las panzas de los rumiantes, puede aparentemente acoplarse bien a la proteína del músculo motor del corazón humano. Con la comida, el ácido graso trans conjugado entra en la sangre a través del intestino, ya sea directamente o en forma de ácido vaccénico, que primero se convierte en ácido ruménico en el cuerpo, y luego sigue hasta el corazón. Allí, hace que el músculo cardíaco se contraiga con más frecuencia y aumenta el consumo de energía del órgano. "Para las personas sanas, esto no supone ningún problema", afirma el científico. Pero en un corazón dañado, el efecto puede tener consecuencias negativas: para los pacientes, por ejemplo, cuyo tejido muscular cardíaco está menos abastecido de sangre tras una arteriosclerosis o un infarto y, por tanto, recibe menos nutrientes y oxígeno.
Reducción del efecto de los medicamentos
Los medicamentos utilizados para tratar las enfermedades cardíacas agudas que ponen en peligro la vida suelen reducir la presión arterial y la frecuencia de los latidos del corazón. "Ponen al corazón en una especie de hibernación, por así decirlo, para que el tejido del músculo cardíaco consuma menos energía, pueda recuperarse y vuelva a ser funcional", dice el profesor Manstein. El ácido rómico contribuye a la pérdida permanente de tejido muscular cardíaco funcional en esta situación al aumentar el consumo de energía. Además, el ácido rómico se une en la misma región de la miosina que una nueva clase de agentes terapéuticos utilizados en la insuficiencia cardíaca y suprime parcialmente su efecto. "Así, una dieta inadecuada puede limitar significativamente la eficacia terapéutica de estos prometedores agentes", afirma el profesor Manstein.
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