Antibióticos: Los habitantes de la ciudad y los niños son los que más toman
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La mayoría de los antibióticos son tomados por pacientes cuya enfermedad no requiere hospitalización. En Alemania, estos casos representan alrededor del 85 por ciento de todas las prescripciones; en toda la UE la tasa es incluso ligeramente superior. Pero, ¿qué factores favorecen el uso de antibióticos en el sector sanitario ambulatorio? Los científicos se interesan por esta cuestión desde hace tiempo. Es en gran parte indiscutible que en general se utilizan demasiados antibióticos. Esto promueve el desarrollo de resistencias y por lo tanto asegura que estas armas, que son en realidad las herramientas más afiladas contra las infecciones bacterianas, sean gradualmente desafiladas.
El presente estudio resume el estado actual de los conocimientos sobre esta cuestión. Los científicos involucrados evaluaron un total de 73 publicaciones sobre los factores que impulsan el uso de antibióticos en la población general. "Nos interesaron no sólo los parámetros individuales como la edad o la educación, sino también los contextos geográficos y los factores socioculturales", explica Dennis Schmiege, que está haciendo su doctorado en la Universidad de Bonn (Centro de Investigación para el Desarrollo (ZEF)) bajo la supervisión de la Prof. Mariele Evers (Departamento de Geografía) y el Prof. Thomas Kistemann (Instituto de Higiene y Salud Pública).
600 posibles variables de influencia evaluadas
Junto con su colega el Dr. Timo Falkenberg, evaluó casi 600 variables y las organizó en unos 45 grupos. Para cada uno de los grupos, el documento de revisión enumera si deben ser considerados factores potencialmente influyentes de acuerdo a los hallazgos actuales. Existe una evidencia relativamente buena de que los niños y los ancianos son más propensos a tomar antibióticos que las personas de mediana edad. Por el contrario, un mayor nivel de educación tiende a tener un efecto restrictivo. Sin embargo, esta asociación se invierte en los países más pobres, "probablemente porque allí es más probable que sean las personas bien educadas las que tengan acceso al sistema de salud o las que puedan permitirse visitar a un médico o comprar un medicamento en primer lugar", supone Schmiege.
Entre los parámetros geográficos destaca la discrepancia entre las zonas urbanas y rurales: Varias publicaciones muestran que el uso de antibióticos es mayor en las zonas urbanas. "Sospechamos que esto tiene que ver con un mejor acceso a las consultas médicas y a las farmacias", explica Schmiege. La concentración de médicos parece ser también uno de los factores determinantes. Por el contrario, el aumento de los precios de los medicamentos reduce la cantidad de antibióticos vendidos.
Todavía hay comparativamente pocas investigaciones sobre qué parámetros socioculturales promueven el uso de antibióticos. La cultura nacional parece tener cierta influencia: Por ejemplo, los ciudadanos de las sociedades "masculinas", que se consideran más competitivas, usan más antibióticos en promedio. La situación es similar en las sociedades que tradicionalmente se considera que evitan la incertidumbre. "En general, sin embargo, seguimos viendo una clara necesidad de investigación en este ámbito", subraya Dennis Schmiege.
En otros lugares, la situación del estudio también muestra un claro desequilibrio: Los países de ingresos bajos y medios están claramente subrepresentados en comparación con los más ricos, lo cual es otro punto que los futuros proyectos de investigación deberían ayudar a remediar, según el científico.
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