Una brigada contra los mosquitos peligrosos
Una nueva tecnología puede proteger contra la propagación de enfermedades tropicales
De las aproximadamente 3.500 especies de mosquitos que hay en el mundo, unas 100 son autóctonas de Europa. Pero cada vez hay más: favorecidas por el comercio mundial y el cambio climático, especies invasoras como el mosquito tigre asiático, el mosquito de los arbustos japonés o el mosquito de la fiebre amarilla se instalan cada vez más aquí. Traen consigo la capacidad de transmitir virus de enfermedades originalmente tropicales: mientras que el virus del Nilo Occidental ya se ha establecido en Alemania, las infecciones por dengue y fiebre amarilla también se están extendiendo hacia el norte desde la región mediterránea.
Sin embargo, el control de los mosquitos invasores, cuyas larvas se desarrollan en el agua, no sólo supone un gran reto desde el punto de vista tecnológico, sino también desde el punto de vista sociopolítico. Esto se debe a que las innovaciones en las leyes y normativas en el curso del "Programa de Acción para la Protección contra los Insectos" del gobierno alemán restringen el uso de pesticidas, especialmente en las masas de agua y sus alrededores. La liberación de mosquitos modificados genéticamente es rechazada por la mayoría de la población. Pero, ¿cuál es la mejor manera de proteger la salud humana?
En un artículo publicado en la revista "Biotechnology Advances", un consorcio de investigadores de Fráncfort y Giessen del Centro LOEWE TBG muestra una salida a este dilema entre naturaleza y protección de la salud con una nueva tecnología que han desarrollado. Su objetivo común es crear una especie de cuerpo de bomberos contra las enfermedades tropicales transmitidas por mosquitos.
La vigilancia eficaz de la propagación de mosquitos y virus es posible, en principio, gracias al análisis genético de muestras de agua, el llamado "ADN ambiental". Con este fin, el equipo ya ha secuenciado los genomas de varios mosquitos inmigrantes para desarrollar procedimientos que permitan una detección fiable similar a una prueba PCR. En un segundo paso, se utiliza la nueva tecnología del "ARN de interferencia". "En este proceso, las larvas de mosquito de la zona de distribución reciben alimentos que contienen ácidos ribonucleicos de doble cadena, o ARN para abreviar. Estos importantes portadores de información y funciones, que se encuentran en todas las células de los organismos vivos, despliegan entonces su efecto a través del intestino de las larvas y desactivan algunos de sus genes importantes para la supervivencia", explica Miklós Bálint, catedrático de Genómica Ambiental Funcional de la Universidad Justus Liebig de Giessen, el Centro LOEWE TBG y el Centro Senckenberg de Biodiversidad e Investigación Climática de Fráncfort, uno de los primeros autores del estudio. Las ventajas de este método: "Las moléculas de ARN pueden producirse de forma que sólo actúen contra la especie de mosquito correspondiente y no pongan en peligro a otras especies de insectos ni a los seres humanos. Además, no quedan residuos tóxicos en el medio ambiente durante su degradación. Y con este método, no habrá mosquitos modificados genéticamente capaces de reproducirse", afirma Bálint.
En la actualidad, los equipos del consorcio investigan el desarrollo de ARN de doble cadena especialmente adecuados para el control de mosquitos y virus. Otro reto importante es su "envasado". "Una formulación adecuada para ello no debe desintegrarse demasiado rápido en el medio ambiente, sino que debe ser absorbida en forma de partículas por los mosquitos que viven en el agua", informa el profesor Andreas Vilcinskas, jefe de la sección de Biorecursos del Instituto Fraunhofer de Biología Molecular y Ecología Aplicada IME de Giessen, donde se está trabajando en una solución.
Vilcinskas coordina la creación de la "brigada de bomberos" para combatir los mosquitos invasores en el Centro LOEWE TBG y las instituciones asociadas implicadas, como la Universidad Goethe de Fráncfort del Meno, la Universidad Justus Liebig de Giessen, la Sociedad Senckenberg para la Investigación de la Naturaleza, el Instituto de Investigación Socioecológica (ISOE) de Fráncfort y el Instituto de Medicina Tropical de Amberes (Bélgica). "Nuestra publicación muestra cómo el ARN de interferencia, o ARNi para abreviar, puede desarrollarse hasta alcanzar la madurez comercial en Europa como tecnología innovadora y respetuosa con el medio ambiente para controlar los llamados vectores, organismos transmisores de patógenos. También se están desarrollando aerosoles basados en el ARNi contra plagas de insectos como el escarabajo de la patata de Colorado, y pronto deberían estar en el mercado como alternativa respetuosa con el medio ambiente a los pesticidas convencionales", afirma Vilcinskas, describiendo las prometedoras aplicaciones potenciales del nuevo método.
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Publicación original
Ruth Müller, Miklós Bálint, Kornelia Hardes, Henner Hollert, Sven Klimpel, Eileen Knorr, Judith Kochmann, Kwang-Zin Lee, Marion Mehring, Steffen U. Pauls, Greet Smets, Antje Steinbrink, Andreas Vilcinskas; “RNA interference to combat the Asian tiger mosquito in Europe: A pathway from design of an innovative vector control tool to its application”; Biotechnology Advances