La obesidad infantil está relacionada con la dieta poco saludable de la madre antes del embarazo
Los índices de obesidad infantil aumentan en todo el mundo
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Los índices de obesidad infantil están aumentando en todo el mundo. En el Reino Unido, casi una cuarta parte de los menores de cinco años tienen sobrepeso o son obesos. Esta cifra aumenta a más de un tercio cuando los niños comienzan la escuela secundaria.
Los niños obesos tienen más probabilidades de ser adultos obesos, con consecuencias a largo plazo para su salud. Las dietas poco saludables son un factor importante que contribuye a ello.
Una nueva investigación, dirigida por la Dra. Sarah Crozier, profesora asociada de Epidemiología Estadística de la Universidad de Southampton, ha descubierto que los niños de ocho o nueve años tienen más probabilidades de ser obesos si su madre lleva una dieta inadecuada durante -y antes- del embarazo. La investigación identifica estos momentos como críticos, en los que las iniciativas para reducir la obesidad infantil pueden ser más eficaces.
Análisis a largo plazo
Los investigadores analizaron los datos de las dietas de 2.963 parejas de madres e hijos que formaban parte de la encuesta británica Southampton Women's Survey, un estudio de larga duración que hace un seguimiento de la salud de las madres y sus hijos. Las mujeres se inscribieron en él antes del embarazo, cuando se plantearon por primera vez tener un bebé.
Como parte de la encuesta, las mujeres fueron entrevistadas y sus respuestas se utilizaron para rellenar cuestionarios sobre su dieta y la de su hijo. Los investigadores preguntaron por la dieta de la madre antes de quedarse embarazada y cuando tenía 11 y 34 semanas de gestación. También preguntaron sobre lo que comía el niño a los seis meses, al año, a los tres años, de seis a siete años y de ocho a nueve años.
La información dietética recopilada se utilizó para dar a cada pareja de madres e hijos una puntuación combinada de la calidad de la dieta. Utilizaron estas puntuaciones para dividirlos en cinco grupos: pobre, pobre-medio, medio, medio-mejor y mejor.
Efectos a largo plazo
Las madres más jóvenes, con menos formación académica, fumadoras y con un mayor índice de masa corporal (IMC) antes del embarazo tendían a estar en un grupo de peor dieta con su hijo.
Cuando los niños tenían entre ocho y nueve años, los investigadores evaluaron la cantidad de tejido graso de sus cuerpos mediante una absorciometría de rayos X de doble energía (DXA). También calcularon el IMC del niño, ajustándolo a su edad y sexo.
Los resultados, publicados en la revista International Journal of Obesity, mostraron que si una pareja de madres e hijos pertenecía a un grupo con una dieta de menor calidad, esto se asociaba a que el niño tenía un porcentaje de grasa corporal DXA y un IMC más altos a los ocho o nueve años.
El Dr. Crozier, catedrático de epidemiología estadística de la Universidad de Southampton, dijo: "La obesidad infantil es un problema importante y creciente en el Reino Unido, que provoca problemas de salud duraderos que se prolongan hasta la edad adulta. Esta investigación demuestra la importancia de intervenir en la fase más temprana posible de la vida del niño, en el embarazo o incluso antes de la concepción, para poder atajarla."
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