Los agentes dobles del sistema inmunitario

Un descubrimiento de investigadores de la Universidad de Tel Aviv podría ayudar en la lucha contra el cáncer

06.10.2021 - Israel

Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv examinó por primera vez el desarrollo de un tumor canceroso de glioblastoma en modelos animales con un sistema inmunitario normal, con el fin de simular mejor el desarrollo del tumor en los seres humanos. Las conclusiones del estudio demostraron que hay células del sistema inmunitario que, a pesar de que su función principal es atacar y eliminar las células cancerosas, en realidad actúan como "agentes dobles" que aumentan e intensifican la agresividad y la amenaza del tumor.

Tel Aviv University

Los neutrófilos pro-tumorigénicos de la médula ósea (panel inferior) promueven la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) en el tumor. GFP (verde) = tumor, vWF (marcador de vasos sanguíneos).

El estudio fue dirigido por la Dra. Dinorah Friedmann-Morvinski, de la Facultad de Ciencias de la Vida George S. Wise y la Escuela de Neurociencia Sagol, y su estudiante de doctorado y Prerna Magod. También participaron en el estudio la Dra. Liat Rousso-Noori e Ignacio Mastandrea, también de la Facultad de Ciencias de la Vida, así como otros investigadores de la Facultad de Medicina Sackler de la Universidad de Tel Aviv y el Instituto de Ciencias Weizmann.

El glioblastoma es el tipo más común de cáncer cerebral y uno de los más violentos y mortales en el ser humano; la esperanza de vida media de los pacientes con glioblastoma es de 12 a 15 meses desde el momento de la detección. Los investigadores explican que, por lo general, el seguimiento científico del desarrollo del tumor canceroso en modelos animales se realiza sin un sistema inmunitario activo, para permitir la absorción y el crecimiento de las células cancerosas en el organismo. La desventaja de este modelo comúnmente utilizado radica en que el sistema inmunitario no existe o no funciona correctamente, lo que impide a los investigadores controlar la interacción entre éste y las células tumorales.

El estudio, realizado en el laboratorio del Dr. Friedmann-Morvinski, utilizó un modelo que examinaba el desarrollo de las células cancerosas en modelos animales con sistemas inmunitarios que funcionaban. Esto permitió que el cáncer creciera gradualmente, hasta el punto de desarrollar un tumor masivo, lo que permitió seguir de cerca su desarrollo y, a lo largo del proceso, la interacción entre las células cancerosas y las diferentes células del sistema inmunitario.

En el estudio, los investigadores descubrieron que las células llamadas neutrófilos desempeñan un papel fundamental en la interacción con el crecimiento canceroso. Los neutrófilos son células del sistema inmunitario que se originan en la médula ósea y cuya finalidad es "tragar" o matar bacterias y hongos y luchar contra las infecciones causadas por ellos. "Los neutrófilos son los soldados de primera línea del sistema inmunitario", afirma el Dr. Friedmann-Morvinski. "Cuando un tumor empieza a desarrollarse, los neutrófilos son de los primeros en movilizarse y atacarlo para eliminarlo".

Los investigadores también descubrieron que los neutrófilos permanecen cerca del tumor durante todo su desarrollo, y son reclutados de forma continua y constante desde la médula ósea. Lo sorprendente que se descubrió durante este estudio es que los neutrófilos "cambian de bando": mientras que al principio, con la aparición del tumor inicial, los neutrófilos lo combaten, con el tiempo los neutrófilos reclutados en la zona cancerosa empiezan a apoyar su desarrollo.

Dr. Friedmann-Morvinski: "Hemos aprendido que los neutrófilos cambian su función. Son movilizados por el propio tumor y, de ser anticancerosos, pasan a ser procancerosos; como resultado, agravan el daño que el propio tumor crea."

Además, los investigadores descubrieron que el proceso por el que los neutrófilos cambian sus propiedades puede tener lugar a distancia, incluso antes de que avancen hacia el propio tumor.

"El estudio demostró que el cambio de las propiedades de los neutrófilos tiene lugar en la propia médula ósea, donde no hay ningún tumor: el tumor canceroso se localiza sólo en el cerebro, y desde allí consigue cambiar las propiedades de las células que recluta", añade el Dr. Friedmann-Morvinski. "Los nuevos hallazgos de este estudio también pueden arrojar luz sobre las terapias inmunoterapéuticas, que han cobrado mucho impulso en los últimos años. En un tipo de tratamiento de inmunoterapia, las células T se extraen del cuerpo del paciente, se procesan y se devuelven al organismo con mayor capacidad de curación. Uno de los principales problemas actuales es que incluso estas células que han sido enviadas para curar son suprimidas y sus acciones sofocadas. Si sabemos cómo cambiar la interacción entre los neutrófilos y las células T para que no se supriman, esto tendrá implicaciones para la eficacia de la inmunoterapia".

No es inconcebible que estas revelaciones sean el primer paso para descifrar el mecanismo de interacción entre el sistema inmunitario y los violentos tumores cancerosos que, como se ha dicho, se cobran la vida de tantos.

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