Identifican por primera vez un gen vital en la recuperación después de sufrir un ictus
Los pacientes con unas determinadas variantes en el gen PATJ tienen menos capacidad de recuperarse después de sufrir un ictus
El Dr. Jordi Jiménez Conde, coordinador del estudio, investigador IMIM y médico adjunto del Servicio de Neurología del Hospital del Mar, ha explicado que "es el estudio más grande publicado hasta ahora en genética y pronóstico del ictus y el primero que encuentra resultados consistentes y que se replican en diferentes países". Se ha analizado el grado de discapacidad al cabo de tres meses de más de 2.000 pacientes con ictus isquémico, que es aquel que se produce por la obstrucción de una arteria cerebral y representa el 88% del total de los ictus, estudiando múltiples factores clínicos y sus datos genéticos. En concreto, se han estudiado más de 5 millones de variantes genéticas por individuo. Y "el gen PATJ muestra diversas variantes que influyen de forma significativa en la recuperación de los pacientes", según el Dr. Jiménez Conde. Se trata de un gen implicado en las uniones celulares, con una presencia importante en el tejido nervioso y que ya se había visto relacionado con desórdenes del sueño y la obesidad.
Influencia genética en la recuperación
"Con este estudio, hemos identificado un conjunto de variantes genéticas relativamente comunes en la población y que se asocian a una peor recuperación del ictus al cabo de los tres meses", ha destacado la Dra. Marina Mola-Caminal, primera firmante del estudio e investigadora del Grupo de Investigación Neurovascular del IMIM. Este hecho abre la posibilidad a estudiar los mecanismos que utiliza el gen PATJ para influir sobre este proceso. "En un futuro, estas variantes se podrían utilizar como biomarcadores en el momento del ictus, y, según la presencia de los alelos (formas alternativas que puede presentar un mismo gen) de riesgo que tenga cada individuo, personalizar las estrategias de rehabilitación".
A la vez "nos puede indicar una zona del genoma muy involucrada en procesos de neuroplasticidad y neuroregeneración, y quizás, si conocemos bien las vías, podemos desarrollar nuevos tratamientos que utilicen este gen como diana terapéutica y que nos ayuden a mejorar el pronóstico de los pacientes", apunta el Dr. Jiménez Conde.
El estudio ha contado con la participación del Dr. Israel Fernández, coinvestigador del estudio y con participación también en su diseño y coordinación, actualmente en el Institut de Recerca de l'Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y que en el momento del estudio formaba parte del Laboratorio de Investigación Neurovascular del Vall d'Hebron Institut de Recerca (VHIR) y de la Mutua de Terrassa. El Dr. Fernández comenta que "todos los fármacos neuroprotectores testados para mejorar la recuperación después del ictus han fracasado, por lo tanto, este estudio, utilizando estrategias genéticas masivas, puede ser un primer paso para desarrollar nuevos fármacps que sean realmente efectivos".
En el estudio también han tenido un papel destacado la Dra. Raquel Rabionet, del Centro de Regulación Genómica (CRG), actualmente en la Universitat de Barcelona y vinculada al Institut de Recerca Sant Joan de Déu, y el Dr. Cristòfol Vives, del Hospital Universitario Son Espases.
Publicación original
Marina Mola-Caminal , Caty Carrera , Carolina Soriano-Tárraga , Eva Giralt Steinhauer , Rosa M Diaz-Navarro , Silvia TUR , Carmen Jiménez , Aina Medina-Dols , Natalia Cullell , Nuria P Torres-Aguila , et al.; "PATJ Low Frequency Variants Are Associated with Worse Ischemic Stroke Functional Outcome: A Genome-Wide Meta-Analysis."; Circulation Research. 2018;0 https://www.ahajournals.org/doi/