Un objetivo molecular para el cáncer de próstata agresivo
Revelan una terapia anticuerpos apuntada al gen del cáncer que encoge los tumores en las células, y en ratones
Al igual que el HER2, el SPINK1 ocurre solamente en un pequeño subgrupo de cánceres de próstata, alrededor del 10 por ciento de estos tumores. Pero el gen es un blanco ideal para un anticuerpo monoclonal, esto es el mismo tipo de compuestos como la Herceptina, que apunta al HER2 y que ha mejorado enormemente el tratamiento de este tipo de cáncer de mama agresivo.
“Dado que el SPINK1 puede hacerse en la superficie de las células atrajo nuestra atención como un blanco terapéutico. Aquí demostramos que un anticuerpo que ‘bloquea’ el SPINK1 podría hacer más lento el crecimiento de los tumores de próstata en ratones que tuvieron reacción positiva para la proteína SPINK”, dijo el autor del estudio, Azul Chinnaiyan, director del Centro para Patología Translacional de Michigan, e investigador en el Instituto Médico Howard Hughes.
El estudio se publica en Science Translational Medicine.
Los investigadores encontraron, además, que el SPINK1 puede enlazarse con un receptor llamado EGFR. Los científicos probaron un compuesto que bloquea el EFGR, llamado cetuximab, y que ya está aprobado por la Dirección de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos, y encontraron que éste también reducía los efectos cancerosos del SPINK1.
Los investigadores usaron primero ratones para probar un anticuerpo monoclonal, un tipo de tratamiento dirigido, diseñado para buscar una molécula específica (en este caso SPINK1). Luego probaron el cetuximab. Los tumores tratados con el anticuerpo de SPINK1 se encogieron en un 60 por ciento, en tanto que los tumores tratados con cetuximab se achicaron un 40 por ciento. Con la combinación de ambos compuestos los tumores se encogieron un 74 por ciento.
El efecto se observó solamente en los tumores que expresan el SPINK1, y no en los tumores que no expresan el SPINK1.
Otros estudios anteriores que habían observado los resultados del cetuximab para el cáncer de próstata metastático habían sido decepcionantes y sólo el 8 por ciento de los pacientes mostró algún beneficio. Los investigadores indicaron que estos resultados tan desalentadores podrían deberse a que el tratamiento es apropiado solamente para los pacientes con tumores que son positivos del SPINK1.
“Aproximadamente el 10 por ciento de los pacientes con cáncer de próstata son positivos del SPINK1 y las estrategias que bloquean la señalización del SPINK1 pueden ser útiles en este subgrupo de pacientes. Estos estudios deberían estimular el desarrollo de terapias que se apoyan en anticuerpos contra el SPINK1 o apuntadas al EGFR en los pacientes con cáncer positivo del SPINK1”, dijo el autor del estudio Bushra Ateeg, un investigador de la Escuela de Medicina de la UM.
El SPINK1 está asociado con una forma más agresiva del cáncer de próstata. Puede detectarse en la orina de los pacientes con cáncer y esto facilita la realización rutinaria de pruebas.
“Esta forma de observación no invasiva podría ayudar en la categorización molecular de los pacientes con cáncer de próstata y la administración de las terapias en una forma guiada molecularmente”, dijo Chinnaiyan, Profesor de la Cátedra Dotada S.P. Hicks de Patología en la Escuela de Medicina de la UM, y Profesor Investigador de la Sociedad Estadounidense del Cáncer.
El estudio indica que los efectos secundarios fueron limitados en los ratones. Se necesitarán más estudios para determinar si la terapia apuntada al SPINK1 en los humanos afectaría el tejido normal. Los investigadores también procurarán entender mejor por qué el SPINK1 es elevado en un subgrupo de cánceres de próstata. Actualmente no hay disponible pruebas clínicas del tratamiento.