Resistir la presión
Los científicos descubren un mecanismo que ayuda a las células inmunitarias a invadir los tejidos: Base para identificar nuevas dianas en el tratamiento del cáncer
© Stephanie Wachner / IST Austria
Es difícil saber cuándo exactamente las células inmunitarias intentarán invadir un tumor. Para poder estudiar con detalle este proceso de invasión celular, científicos como la profesora Daria Siekhaus y su equipo necesitan algo más fiable. Por eso recurren a embriones de mosca de la fruta. Durante el desarrollo de estos embriones, los macrófagos, la forma dominante de células inmunitarias en la mosca de la fruta, se desplazan desde el lugar donde nacen hasta el lugar donde los necesita el tejido invasor. Lo hacen en un momento determinado, lo que permite a los científicos estudiar el proceso dentro de estos diminutos animales transparentes. Con la ayuda de la moderna instalación de bioimagen del IST de Austria, observan cómo los macrófagos -marcados con una proteína verde fluorescente- se abren paso en el tejido.
Crear una armadura
Todavía se desconoce qué cambios celulares son necesarios para ello y qué genes desencadenan tales alteraciones. Con su nuevo estudio, cuyos primeros autores son Vera Belyaeva, Stephanie Wachner y Attila Gyoergy, el grupo de Siekhaus arroja luz sobre este proceso, esencial en la salud y la enfermedad. "Anteriormente, descubrimos que un gen específico, llamado Dfos, está enriquecido en las células inmunitarias y nos preguntamos qué hacía", dice Siekhaus.
"Ahora podemos demostrar que desencadena el ensamblaje de los filamentos de actina". Estos hilos de proteínas se concentran en el interior de la membrana celular, también conocida como corteza celular, lo que da estabilidad a la superficie de la célula. Los científicos demuestran que, a través de una compleja cascada en la que intervienen diferentes proteínas, los filamentos de actina se hacen más densos y están más conectados entre sí, formando una cáscara estable. "Nuestra hipótesis es que esto funciona como un tanque, deformando las células circundantes y protegiendo al mismo tiempo el núcleo de la célula inmune de la presión mecánica mientras invade el tejido", explica Siekhaus. Además, el equipo pudo demostrar in vivo que la ausencia de esta coraza de actina dificulta la infiltración de las células inmunitarias a menos que el tejido circundante se ablande.
Fortalecer las células inmunitarias para combatir el cáncer
Aunque la mosca de la fruta y vertebrados como los ratones y los humanos no tienen mucho en común a primera vista, hay muchas similitudes en el funcionamiento de sus genes. En colaboración con la profesora Maria Sibilia, de la Universidad de Medicina de Viena, los investigadores del IST Austria encontraron pruebas de que el gen Fos de los vertebrados, equivalente al gen Dfos de la mosca de la fruta, activa las mismas vías genéticas. "Creemos que el mismo mecanismo que encontramos en la mosca de la fruta también desempeña un papel en los vertebrados", afirma la bióloga Daria Siekhaus.
Esto hace esperar que los hallazgos del grupo puedan ayudar a identificar nuevas dianas para el tratamiento del cáncer. En el campo de la inmuno-oncología, los investigadores buscan formas de activar el sistema inmunitario del organismo para que ataque un tumor. Uno de los retos a los que se enfrentan es conseguir que las células inmunitarias se infiltren en el tumor. "Si se pudiera reforzar su coraza protectora, les resultaría más fácil invadir el tejido tumoral", concluye Siekhaus.
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