Los eventos de superdifusión como impulsores de la evolución del SARS-CoV-2
¿Qué evolución ha experimentado el SARS-CoV-2 desde el inicio de la pandemia? Científicos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer, en colaboración con colegas del Instituto de Ciencias Biomédicas Aplicadas de San Diego (EE.UU.), lo analizaron utilizando datos de la base de datos nacional de secuencias del SARS-CoV-2. La combinación de mutaciones más "eventos de superdifusión" alimenta la propagación de variantes genéticas virales en la población.
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Los investigadores analizaron los datos de más de 62.000 genomas de SARS-CoV-2 de 42 estados de Estados Unidos desde enero de 2020 hasta abril de 2021. Ya en marzo de 2020, el equipo documentó las primeras desviaciones de la "variante Wuhan" original, que dejó de ser detectable a partir de principios del verano de 2020. El número de mutaciones por genoma viral aumentó gradualmente con el tiempo. Basándose en ciertas mutaciones clave, los investigadores definieron 14 variantes diferentes, algunas de las cuales tenían distintos niveles de prevalencia en los distintos estados de Estados Unidos.
En el verano de 2020, los investigadores observaron una brusca y repentina explosión de mutaciones. "Sospechamos que una secuencia de los denominados "eventos de superdifusión" causó estas agrupaciones. Como resultado, incluso las mutaciones raras que se producen inicialmente en menos del uno por ciento de todos los individuos infectados pueden extenderse repentinamente", explica Nina Papavasiliou, del Centro Alemán de Investigación del Cáncer.
En el cuarto trimestre de 2020, apareció un número considerable de mutaciones en el gen que codifica la proteína de la espiga. Estas mutaciones no se consideraban problemáticas y algunas eran tan raras que en realidad se esperaba que se perdieran por deriva genética. En cambio, la mayoría de estas mutaciones aumentaron su frecuencia hasta alcanzar niveles considerables. "Todos estos mutantes están circulando en la población. Tenemos que ser conscientes de que un evento de superdifusión más puede ser todo lo que se necesita para que proliferen y den lugar a nuevas variantes", advierte Papavasiliou.
A finales de 2020, la B.1.1.7, inicialmente denominada variante británica, surgió como la primera "variante preocupante" en la población estadounidense y la diversidad general del genoma viral se disparó. Lo que sorprendió a los investigadores fue darse cuenta de que esas variantes del virus preocupantes volvían a acumular mutaciones en sólo tres meses.
El genoma del SARS-CoV-2 se consideraba bastante estable al principio de la pandemia, al menos en comparación con otros virus. Papavasiliou y sus colegas, analizando en detalle los patrones de mutación, han descubierto ahora un mecanismo que podría ser un importante impulsor de la diversidad genética: Las enzimas del grupo APOBEC forman parte de la defensa innata contra la infección en mamíferos y humanos. Atacan el genoma viral y pueden hacer que los patógenos sean inofensivos, o bien estimular la aparición de mutaciones.
"La evolución del SARS-CoV-2 continuará. Las mutaciones surgen todo el tiempo, y los eventos de superdifusión ayudan a que se abran paso. Para evitar que el mundo se vea constantemente asolado por variantes víricas cada vez más desagradables, debemos seguir protegiéndonos de la infección, especialmente en interiores y en zonas con baja cobertura de vacunación", resume el científico.
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