La nueva terapia génica para la epilepsia permite la liberación bajo demanda de sustancias endógenas
Schwarzer/Medical University of Innsbruck
La epilepsia afecta aproximadamente a 5 millones de personas en Europa. El trastorno se caracteriza por el disparo recurrente y sincronizado de grupos de células nerviosas. La propagación de estas descargas eléctricas interrumpe la función cerebral normal y produce una crisis epiléptica. La forma más común de epilepsia se conoce como epilepsia del lóbulo temporal (TLE), que se caracteriza por convulsiones que se originan en los lóbulos temporales. Las consecuencias a largo plazo del TLE pueden incluir problemas de memoria, así como problemas de aprendizaje y control emocional. Además, la calidad de vida de los pacientes con LCT se ve gravemente afectada por las restricciones en su capacidad para trabajar, conducir un automóvil o practicar deportes. Esto se complica aún más por el hecho de que los medicamentos utilizados para tratar a los pacientes con LCT a menudo son incapaces de controlar adecuadamente el trastorno y aún así se asocian con efectos secundarios graves. Para este grupo particular de pacientes, la extirpación quirúrgica del lóbulo temporal suele ser la única alternativa de tratamiento. Sin embargo, este tratamiento se asocia con resultados cognitivos adversos y no garantiza que los pacientes permanezcan libres de convulsiones. En colaboración con el Prof. Dr. Christoph Schwarzer (Departamento de Farmacología de la Universidad Médica de Innsbruck), la Prof. Dra. Regine Heilbronn (Directora del Instituto de Virología del Campus Benjamin Franklin de Charité) desarrolló un nuevo concepto terapéutico para la LLE resistente a los medicamentos.
El nuevo método de tratamiento se basa en la terapia génica dirigida. Esta técnica implica la entrega selectiva de un gen específico a las células nerviosas dentro del área del cerebro de donde se originan las crisis epilépticas. El gen proporciona a las células la información necesaria para sintetizar las dinorfinas. Estos son péptidos producidos naturalmente que modulan la actividad neuronal. Una vez que el gen ha sido entregado a las células nerviosas, permanece allí permanentemente. Las células comienzan entonces a producir y almacenar dinorfinas. Explicando el mecanismo de acción de la nueva técnica, el profesor Schwarzer dice: "La estimulación de alta frecuencia de las células nerviosas, como la que se observa al principio de un ataque, da lugar a la liberación de las dinorfinas almacenadas. "La dinorfina amortigua la transducción de señales y, como resultado, la crisis epiléptica no se propaga." El neurobiólogo y experto en epilepsia añade: "Como las células sólo liberan esta sustancia cuando es necesario, este tipo de terapia génica se conoce como'liberación a petición'".
Usando un modelo animal, los investigadores pudieron demostrar que esta terapia génica es capaz de suprimir los ataques epilépticos durante varios meses. La reducción de las convulsiones también significó un alivio de sus efectos adversos sobre la memoria y el aprendizaje. Además, hasta ahora no se han observado efectos secundarios. Esto se debe muy probablemente a la liberación de la dinorfina en un sitio específico y a su corta duración de acción. Gracias a la administración a petición de la sustancia, tampoco hubo pruebas de tolerancia a las drogas. Los investigadores luego probaron su nuevo concepto de tratamiento usando muestras de tejido obtenidas de pacientes de epilepsia. Lo hicieron con gran éxito, ya que se demostró que la dinorfina reduce significativamente la gravedad y frecuencia de la actividad de las células nerviosas sincronizadas en el tejido epiléptico humano.
"Los resultados de nuestro estudio son alentadores, lo que nos lleva a esperar que este nuevo concepto terapéutico también pueda tener éxito en los seres humanos", dice el profesor Heilbronn. "Como vehículo de transporte para transportar el gen de la dinorfina, estamos utilizando un virus conocido como'virus adeno-asociado'. Esto ha sido aprobado para uso en humanos y se considera seguro". El Prof. Heilbronn y el Prof. Schwarz esperan que esta nueva terapia génica esté disponible para su uso clínico lo más rápidamente posible. "Actualmente estamos trabajando en el vector viral que transporta el gen a su destino, con el fin de optimizarlo para su uso en humanos", explica el profesor Heilbronn. "Nuestro objetivo es tener esta terapia génica lista para su primer uso en un ensayo clínico en pocos años". Si se demuestra que el tratamiento es efectivo, este tratamiento único ofrecería una alternativa real a los pacientes en los que los medicamentos contra el TLE fracasan.
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