"Terapia Star Wars" para adolescentes con espectro autista

Poder mental: mejoras sin medicación

17.05.2023 - Austria
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Imagen simbólica

El maestro Yoda puede mover objetos con el poder de su mente. Los investigadores aprovechan la fascinación de los jóvenes por Star Wars para que se interesen por nuevos métodos de tratamiento. Un estudio clínico demuestra que los jóvenes del espectro autista también pueden aprender a regular su actividad cerebral en el córtex prefrontal con ayuda de un entrenamiento de neurorretroalimentación. Regular las emociones y el comportamiento social son algunas de las cosas en las que interviene esta zona del cerebro.

La cultura popular configura la imagen pública de las personas con espectro autista. Pero no todas tienen un talento insular brillante que las convierta en luminarias del juego de casino o de la comunidad científica, como Raymond Babbitt, el protagonista de la película Rain Man, o Sheldon, de la serie The Big Bang Theory. El autismo tampoco afecta sólo a los hombres. "La proporción de hombres y mujeres con trastorno del espectro autista (TEA) es de cuatro a uno", apunta la neurocientífica Lilian Konicar, desmintiendo un estereotipo. Desde 2017, Konicar está a cargo del ABC BRAIN LAB en el Departamento Universitario de Psiquiatría Infantil y Adolescente de la Universidad Médica de Viena. El laboratorio se centra en adoptar una visión holística del comportamiento, las emociones y los pensamientos y en aplicar los hallazgos científicos a la práctica clínica. Los resultados de un ensayo controlado aleatorizado de terapia de neurorretroalimentación, financiado por el Fondo Austriaco para la Ciencia FWF, muestran que los adolescentes con trastorno del espectro autista pueden aprender a modificar voluntariamente el nivel de actividad de su cerebro.

Debido a la falta de ensayos clínicos en los que participen jóvenes -o mujeres-, la medicación en la terapia del autismo se utiliza sobre todo off-label, es decir, sin haber sido aprobada para este fin. La terapia conductual es otro enfoque, y ha demostrado ser útil. El ABC BRAIN LAB ha llevado a cabo un ensayo clínico que se basó en el neurofeedback EEG para fomentar la autoeficacia. Un total de 20 individuos con un diagnóstico de TEA de entre 12 y 18 años se sometieron a un entrenamiento intensivo de neurorretroalimentación para ayudarles a autorregular la actividad en el córtex prefrontal. Ésta es la región del cerebro donde convergen las entradas sensoriales y donde se sopesan las reacciones adecuadas y se regulan las emociones. Un grupo de control de 20 personas fue tratado según las normas clínicas convencionales.

El autismo tiene muchas caras

El término "espectro" ya indica que el trastorno del espectro autista puede implicar una amplia gama de síntomas. El diagnóstico clínico es complejo y se basa en la observación estructurada del comportamiento y en entrevistas con los pacientes y su entorno. Los síntomas típicos son graves déficits en la interacción social porque los individuos no comprenden la información del contexto social. Lilian Konicar: "La ironía, las muecas, los guiños, en resumen, todo lo que se transmite entre líneas de lo que realmente se dice, es algo que los autistas no entienden en el sentido convencional (o lo toman como algo diferente). Esto limita gravemente la comunicación coordinada, aunque algunos autistas son capaces de aprenderla como si fuera una lengua extranjera difícil".

El TEA suele ir acompañado de comportamientos repetitivos y ritualizados, así como de hipersensibilidad o hiposensibilidad sensorial. A muchas personas del espectro les cuesta enfrentarse a situaciones nuevas y se sabe que se adhieren a patrones de comportamiento y regularidades invariables. Actualmente, uno de cada 88 niños está diagnosticado de TEA. La ayuda que llega pronto es el doble de eficaz, como dice el refrán, y esto también es cierto para el TEA: un diagnóstico clínico sólido y un tratamiento coordinado pueden evitar que los síntomas se afiancen.

Poder mental

La nueva terapia que se ofrece también tiene sabor a cultura pop: el universo de Star Wars y las capacidades mentales que proporciona "la Fuerza" ayudan al equipo de ABC BRAIN LAB a comunicar el método de tratamiento a los jóvenes clientes: "A la mayoría les gusta la idea del poder mental. Les guiamos a través de un programa de neurofeedback intensivo pero de diseño sencillo, les damos ánimos y tomamos medidas", explica Konicar. La terapia experimental consistió en 24 sesiones, divididas en dos bloques de 12 sesiones cada uno. El primer bloque comprendía dos sesiones semanales, seguidas de un descanso durante el cual los participantes podían llevar un diario para entrenarse de forma independiente en la vida cotidiana, y el segundo otras 12 sesiones de entrenamiento acompañado de neurofeedback.

Con sólo unos pocos electrodos -una capucha de EEG normal puede resultar especialmente incómoda para estos adolescentes- se registraron las ondas cerebrales de la corteza prefrontal, se amplificaron y se reprodujeron en forma de imagen. A continuación, se pedía a los jóvenes que intentaran hacer nadar hacia arriba o hacia abajo a un pez que aparecía en la pantalla. El movimiento hacia arriba o hacia abajo representaba la correspondiente activación o disminución de la actividad cerebral en la zona objetivo. Los datos para evaluar los resultados se recogieron a tres niveles: subjetivo, fisiológico y conductual. Los adolescentes y sus padres fueron entrevistados varias veces sobre su bienestar subjetivo. El cambio en las ondas cerebrales se midió mediante resonancia magnética funcional y estructural, así como un electroencefalograma en reposo antes y después del tratamiento, y las reacciones emocionales y cognitivas se evaluaron en una prueba informática estandarizada.

Mejoras sin medicación

"Como neurocientífico, me interesan mucho los cambios fisiológicos y conductuales, pero lo más importante es la sensación individual de bienestar", afirma Konicar, investigador principal. El grupo experimental mostró mejoras consistentes en los respectivos síntomas principales, con cambios apreciables en la comunicación social y el comportamiento. Esto podría explicarse por el hecho de que la regulación de la actividad cerebral en el córtex prefrontal ayuda a las personas a comprender mejor a los demás y también puede ayudarles a regular mejor los problemas de conducta. "Damos un impulso inicial con nuestros dispositivos, pero, como con cualquier terapia, el objetivo es ir eliminando poco a poco la entrada. Y hemos podido demostrar en experimentos complementarios que tanto las adolescentes como los adolescentes responden a ella", señala Konicar. El entrenamiento mental es muy beneficioso porque no es invasivo y no requiere medicación". El resultado del proyecto aporta ahora pruebas científicas de que la neuroterapia con neurorretroalimentación basada en EEG tiene un futuro prometedor, especialmente para pacientes jóvenes con trastorno del espectro autista.

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