Arqueología molecular: secuencias de ADN de Madagascar de hace 1.200 años permiten descubrir una tortuga extinguida

Análisis genéticos revelan el mundo perdido de las tortugas gigantes del océano Índico occidental

13.01.2023 - Alemania

Un equipo internacional de investigación dirigido por el científico de Senckenberg Uwe Fritz ha logrado secuenciar el material genético de tortugas de hasta 1.200 años de antigüedad halladas en el océano Índico occidental. Gracias a ello se ha descubierto una especie de tortuga de Madagascar que se extinguió en la Edad Media y llegó a medir medio metro de caparazón. En Madagascar y sus islas adyacentes vivían ocho especies de tortugas gigantes, todas ellas extirpadas salvo una especie en Aldabra, según el estudio publicado ahora en la revista "Science Advances".

Graphic: M. Rössler; Photo of Aldabrachelys gigantea: M. Delfino.

La secuenciación del ADN ha permitido reconstruir la evolución y extinción de las especies de tortugas de las islas del océano Índico occidental. Las especies extinguidas, incluida la recién descubierta Astrochelys rogerbouri, se muestran en gris; las especies que aún viven se muestran en color.

Secuenciar el ADN de hallazgos históricos en el suelo de los trópicos es un reto que sólo dominan unos pocos laboratorios en todo el mundo. La mayoría de los restos de ADN hallados en tales muestras proceden de contaminaciones por hongos y bacterias o tienen su origen en las personas que excavaron el material. Por otra parte, el material genético original rara vez se conserva y, si lo hace, es en concentraciones muy pequeñas y muy fragmentadas. En unos pocos casos, el ADN original puede encontrarse y secuenciarse mediante elaborados procedimientos que implican laboratorios de sala blanca y el uso de "cebos de ADN". El equipo del profesor Uwe Fritz, de las Colecciones de Historia Natural Senckenberg de Dresde, ha logrado secuenciar el ADN de tortugas gigantes extraído de huesos y especímenes de museo procedentes de Madagascar y las islas vecinas. Esto ha permitido reconstruir la evolución y extinción de estos animales.

El trabajo reveló que Madagascar, Aldabra y las Seychelles albergaban tres especies de tortugas gigantes estrechamente emparentadas, dos de las cuales se extinguieron en la Edad Media, pocos siglos después de que Madagascar fuera colonizada por los humanos. Estas especies no están emparentadas con otras cinco que vivían en Mauricio, Reunión y Rodrigues, las islas al este de Madagascar que adquirieron cierta notoriedad por el dodo no volador. Como en Madagascar, las tortugas gigantes también desaparecieron tras la llegada de los primeros humanos a las islas, pero en este caso hace sólo unos 200 años.

"Nuestro estudio forma parte de un nuevo enfoque de investigación en Senckenberg que analiza el impacto histórico de los humanos en la biodiversidad. A menudo pensamos que los humanos no han empezado a eliminar especies hasta tiempos recientes. Pero en realidad, los humanos explotaron los recursos alimentarios locales y cambiaron su entorno desde muy pronto", explica el profesor Uwe Fritz, y prosigue: "Como resultado, muchas especies de animales grandes desaparecieron en todo el mundo, incluida la mayoría de las especies de tortugas gigantes del océano Índico occidental. Esto provocó una importante alteración del equilibrio natural, ya que en las islas, las tortugas gigantes, que originalmente eran numerosas y pesaban hasta 200 kg, asumieron el papel de los grandes ungulados del continente. Por ejemplo, algunas especies arbóreas de estas islas están ahora en peligro de extinción por la desaparición de las tortugas gigantes. Esto se debe al hecho de que las semillas de los árboles sólo podían germinar una vez que sus duros caparazones habían sido parcialmente digeridos por las tortugas después de haber sido comidos. Desde la desaparición de las tortugas, los árboles jóvenes ya no pueden germinar. Esto demuestra que la pérdida de una especie puede desencadenar un fatal efecto dominó en el ecosistema".

Además, el material óseo de Madagascar deparó una gran sorpresa al equipo de investigación. El Dr. Christian Kehlmaier, investigador del Laboratorio de Genética Molecular de las Colecciones de Historia Natural Senckenberg de Dresde y primer autor del estudio, informa: "En nuestro trabajo, a menudo utilizábamos pequeños trozos de hueso que supuestamente carecían de valor para la ciencia. A partir de uno de esos fragmentos, pudimos aislar material genético que aporta pruebas de que en Madagascar existió otra especie de tortuga extinta, que alcanzaba una longitud de caparazón de medio metro aproximadamente". La datación por radiocarbono del hueso reveló que esta especie vivió en Madagascar hasta la Edad Media y, al igual que las tortugas gigantes, debió de desaparecer tras la llegada de los humanos. Sin duda cabe esperar descubrimientos similares también en otros grupos de animales".

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