Al cambiar su forma, algunas bacterias pueden ser más resistentes a los antibióticos

03.02.2021 - Estados Unidos

Una nueva investigación dirigida por el profesor adjunto de Física de la Universidad Carnegie Mellon, Shiladitya Banerjee, demuestra cómo ciertos tipos de bacterias pueden adaptarse a la exposición prolongada a los antibióticos cambiando su forma. El trabajo se ha publicado en Nature Physics.

Shiladitya Banerjee

Comparación del crecimiento de Caulobacter crescentus cuando se expone a un antibiótico (abajo) y no (arriba).

La adaptación es un proceso biológico fundamental que lleva a los organismos a cambiar sus rasgos y su comportamiento para adaptarse mejor a su entorno, ya sea la famosa diversidad de pinzones observada por el biólogo pionero Charles Darwin o las muchas variedades de bacterias con las que coexisten los seres humanos. Aunque los antibióticos llevan mucho tiempo ayudando a las personas a prevenir y curar las infecciones bacterianas, muchas especies de bacterias han sido capaces de adaptarse cada vez más para resistir los tratamientos antibióticos.

La investigación de Banerjee en Carnegie Mellon y en su anterior puesto en el University College London (UCL) se ha centrado en la mecánica y la física que hay detrás de diversos procesos celulares, y un tema común en su trabajo ha sido que la forma de una célula puede tener efectos importantes en su reproducción y supervivencia. Junto con investigadores de la Universidad de Chicago, decidió investigar cómo la exposición a los antibióticos afecta al crecimiento y la morfología de la bacteria Caulobacter crescentus, un organismo modelo muy utilizado.

"Mediante experimentos con una sola célula y la elaboración de modelos teóricos, demostramos que los cambios en la forma de las células actúan como una estrategia de retroalimentación para que las bacterias se adapten mejor a la hora de sobrevivir a los antibióticos", dijo Banerjee sobre lo que él y sus colaboradores encontraron.

Al exponerlas a dosis menos letales del antibiótico cloranfenicol durante varias generaciones, los investigadores descubrieron que las bacterias cambiaban drásticamente su forma, volviéndose más anchas y curvadas.

"Estos cambios de forma permiten a las bacterias superar el estrés de los antibióticos y reanudar su rápido crecimiento", dijo Banerjee. Los investigadores llegaron a esta conclusión desarrollando un modelo teórico para mostrar cómo estos cambios físicos permiten a las bacterias alcanzar una mayor curvatura y una menor relación superficie-volumen, lo que permitiría que menos partículas de antibióticos atravesaran sus superficies celulares a medida que crecen.

"Este conocimiento tiene grandes consecuencias para la salud humana y probablemente estimulará numerosos estudios moleculares adicionales sobre el papel de la forma celular en el crecimiento bacteriano y la resistencia a los antibióticos", dijo Banerjee.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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