Las hormonas del estrés pueden mejorar las capacidades cognitivas del niño
El momento del embarazo es crucial
El grupo hormonal de los glucocorticoides es crucial para la regulación de nuestro metabolismo y respuesta inmunitaria, pero también para el desarrollo de órganos como el cerebro y los pulmones antes del nacimiento. Estas hormonas se liberan en respuesta al estrés y pueden pasar de la madre al feto. Una de las hormonas del estrés más conocidas es el cortisol. Las formas sintéticas se prescriben, por ejemplo, en embarazos con alto riesgo de parto prematuro para ayudar a la maduración de los pulmones del feto.
"Descubrimos que los glucocorticoides, cuando están presentes al principio de la gestación, en el primer trimestre o a principios del segundo, aumentan el número de un tipo concreto de células cerebrales que se forman muy pronto en el desarrollo (llamadas células progenitoras basales)", informa Anthi C. Krontira, que dirigió el estudio, y prosigue: "Son células importantes para el crecimiento de la corteza cerebral". El córtex es la región más desarrollada de nuestro cerebro, el centro de nuestro pensamiento, por así decirlo.
Los científicos utilizaron los llamados organoides cerebrales para sus investigaciones. Se trata de modelos del cerebro en desarrollo que derivan de células de la piel o la sangre humanas y maduran en una placa de Petri. Reproducen las primeras fases de desarrollo del cerebro en maduración y, por tanto, proporcionan información sobre los primeros pasos en el desarrollo de un cerebro humano.
Los glucocorticoides actúan a través de una proteína llamada ZBTB16 para alterar el desarrollo del córtex, lo que se traduce en la producción de más neuronas. Los investigadores analizaron en detalle una variante genética que provoca un aumento de los niveles de ZBTB16 en respuesta a los glucocorticoides: Encontraron relaciones causales con una estructura cerebral alterada y un mayor nivel educativo en etapas posteriores de la vida. Los datos de un estudio sobre mujeres embarazadas y su descendencia corroboraron esta relación.
El momento del embarazo es crucial
Muchos estudios anteriores han demostrado que los glucocorticoides, cuando están presentes al final de la gestación, en el tercer trimestre, provocan efectos adversos en la descendencia, como la pérdida de conexiones neuronales y un mayor riesgo de trastornos psiquiátricos en etapas posteriores de la vida. "Nuestro estudio demuestra que las mismas hormonas, cuando están presentes al principio de la gestación, pueden tener un efecto opuesto", informa Krontira.
Esto está relacionado con la neurogénesis, el proceso de producción de neuronas a partir de células progenitoras, que está activo al principio pero no al final de la gestación. "Descubrimos que los glucocorticoides al principio de la gestación aumentan las células progenitoras y las neuronas, y esto se relaciona con fenotipos beneficiosos para la descendencia, como el aumento de las capacidades cognitivas", explica Krontira. Los mismos resultados no serían posibles con glucocorticoides al final de la gestación, ya que entonces la producción de neuronas a partir de células progenitoras ya no tiene lugar.
"Nuestra investigación descubre una vía a nivel celular y molecular que explica cómo influyen los glucocorticoides en el desarrollo del córtex humano, con posibles consecuencias para las capacidades cognitivas y la estructura cerebral en etapas posteriores de la vida", resume la directora del Instituto, Elisabeth Binder. El conocimiento de estos procesos tempranos del desarrollo es significativo, ya que podría permitir enfoques terapéuticos en una fase tan temprana del desarrollo humano a través de la madre.
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