¿Cómo afectan los fármacos para la EM al embarazo?
¿Qué significa la enfermedad y su medicación para el niño?
Una de las mayores cohortes del mundo
Los datos de los embarazos incluidos en el estudio procedían del Registro Alemán de Esclerosis Múltiple y Embarazo y se recopilaron entre noviembre de 2006 y junio de 2023. Se analizaron 2.885 embarazos durante los cuales las madres habían recibido una de las denominadas terapias modificadoras de la enfermedad (TME). Las sustancias utilizadas en el estudio incluían interferones, actato de glatiramero, dimetilfumarato, teriflunomida, moduladores de S1P (fingolimod, ponesimod), alemtuzumab, natalizumab, anticuerpos anti-CD20 (rituximab, ocrelizumab, ofatumumab) y cladribina. 837 mujeres embarazadas no habían recibido ninguna medicación para la EM. "Esta cohorte es una de las mayores del mundo", señala Kerstin Hellwig. "Presenta una gran variabilidad de exposición a las distintas inmunoterapias. La mayoría de las mujeres sólo habían recibido medicación en el primer trimestre del embarazo".
Los investigadores compararon la frecuencia de abortos espontáneos, infecciones durante el embarazo, partos prematuros y defectos congénitos y registraron el peso de los niños al nacer. El principal hallazgo fue que la exposición a la mayoría de los DMT durante el embarazo no se asoció con un aumento estadísticamente significativo de la incidencia de abortos espontáneos, nacimientos prematuros o defectos congénitos importantes. "Debido al reducido número de casos en embarazos con exposición a cladribina, teriflunomida y alemtuzumab, no podemos extraer conclusiones definitivas sobre acontecimientos poco frecuentes como defectos congénitos o infecciones graves", admite Hellwig.
Mayor riesgo de bajo peso al nacer
En general, toda la cohorte mostró un mayor riesgo de bajo peso al nacer en relación con la duración del embarazo. El 18,8 por ciento de los bebés estaban afectados. Esta cifra es sólo del 10 por ciento en relación con todos los nacimientos en Alemania. Los niños nacidos de madres con EM que no habían recibido medicación también tenían más probabilidades de tener un peso inferior a la media, concretamente en el 17,6 por ciento de los casos. Este riesgo fue especialmente pronunciado en los casos de exposición a moduladores de S1P (27,4 por ciento) y anticuerpos anti-CD20 (24,1 por ciento).
En general, las infecciones graves durante el embarazo fueron poco frecuentes. En los embarazos sin medicación, se produjeron en alrededor del uno por ciento de las madres. En los embarazos con exposición a fumarato o alemtuzumab, fueron estadísticamente significativamente más frecuentes (2,8 por ciento y 9,1 por ciento respectivamente). Las infecciones más graves -aunque no aumentaron de forma estadísticamente significativa en comparación con el grupo de control- se produjeron en embarazos tratados con natalizumab en el último trimestre del embarazo y con moduladores de S1P, con un tres por ciento cada uno, y con cladribina, con un 4,8 por ciento. "Es interesante observar que sólo se produjeron infecciones graves en el 0,6 por ciento de los embarazos expuestos a anticuerpos anti-CD20", subraya Kerstin Hellwig. Las mujeres que recibieron natalizumab en el segundo (26,7 por ciento) o tercer (20,7 por ciento) trimestre de embarazo o fueron tratadas con anticuerpos anti-CD20 hasta seis meses antes de su última menstruación (23,2 por ciento) fueron más propensas a recibir antibióticos durante el embarazo que las mujeres que no habían recibido DMT (12,1 por ciento).
Evaluación individual de riesgos y beneficios
"Al interpretar los resultados, una limitación a tener en cuenta es que se necesitan aproximadamente 300 embarazos para mostrar una triplicación del riesgo de defectos congénitos mayores y aproximadamente 1.000 para mostrar una duplicación", dice Kerstin Hellwig. Aunque la mayoría de los TME no aumentan el riesgo de complicaciones críticas del embarazo, la exposición a moduladores de S1P, natalizumab y anticuerpos anti-CD20 incrementa la probabilidad de bajo peso al nacer y crecimiento intrauterino lento. Se trata de un factor de riesgo de muerte fetal y neonatal, así como de numerosas enfermedades en etapas posteriores de la vida, como la diabetes mellitus de tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares. El registro prevé nuevas evaluaciones, por ejemplo para saber si los niños recuperarán la desventaja de crecimiento y en qué momento. "Los resultados ponen de relieve la importancia de una evaluación individual de riesgos y beneficios y de una estrecha supervisión médica durante el embarazo", concluye Kerstin Hellwig.
Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.
Publicación original
Nadine Bast, Karen Dost-Kovalsky, Sabrina Haben, Natalia Friedmann, Laura Witt, Theresa Oganowski, Ralf Gold, Sandra Thiel, Kerstin Hellwig; "Impact of disease-modifying therapies on pregnancy outcomes in multiple sclerosis: a prospective cohort study from the German multiple sclerosis and pregnancy registry"; The Lancet Regional Health - Europe, Volume 48