Una nueva perspectiva del envejecimiento a nivel celular
Un equipo de investigadores descubre diferencias inesperadas en las células bacterianas que envejecen
Esta investigación no sólo hace avanzar los conocimientos de los científicos sobre los mecanismos subyacentes del envejecimiento, sino que también podría servir de base para investigar la viabilidad bacteriana y la resistencia a las influencias ambientales y a los antibióticos.
"Durante los últimos 150 años, la esperanza de vida humana ha aumentado de forma constante en unos tres meses cada año. Sin embargo, sólo tenemos un conocimiento rudimentario de los mecanismos del envejecimiento", explica la Dra. Audrey Proenca, primera autora del estudio. Los organismos unicelulares como las bacterias se consideraron "inmortales" durante mucho tiempo. Como las bacterias se dividen en dos partes iguales y las cepas bacterianas pueden continuar indefinidamente, los científicos solían suponer que las bacterias no podían envejecer. Sin embargo, estudios recientes han demostrado que existe una increíble variabilidad en el proceso de envejecimiento bacteriano.
Incluso células genéricamente idénticas en el mismo entorno pueden actuar de forma diferente: unas crecen más deprisa u otras producen grandes cantidades de ciertas proteínas que las otras simplemente no tienen. Para comprender la dinámica de envejecimiento de las células bacterianas, los científicos tienen que examinarlas mucho más de cerca.
Nuevos conocimientos sobre el envejecimiento celular
El grupo de investigación Demografía Evolutiva de la Universidad Libre de Berlín investigó el comportamiento y la dinámica de envejecimiento de la especie Escherichia coli a lo largo de más de cien generaciones. "Descubrimos un nuevo aspecto del envejecimiento bacteriano que demuestra cómo tiene lugar el proceso de envejecimiento en células bacterianas individuales", afirma el Dr. Proenca. Aunque las células madre de E. coli pueden parecer idénticas a sus células hijas, cada célula madre conserva un "polo viejo" -el extremo más antiguo de la célula en forma de bastón- y transmite un "polo nuevo" a su célula hija. Con ayuda de proteínas fluorescentes, el equipo de investigadores observó cómo el "polo viejo" de las células madre se oscurecía a medida que envejecían, lo que indicaba que producían menos proteínas nuevas con el paso del tiempo. No se observó el mismo efecto en las células hijas. "La asimetría entre células madre e hijas aumenta con el tiempo, lo que a su vez demuestra que las bacterias no se dividen ni envejecen simétricamente", explica el Dr. Proenca.
"También nos sorprendió que este proceso de envejecimiento se produjera entre los polos dentro de la célula madre", añade el Dr. Ulrich Steiner, jefe del grupo de investigación.
Estos resultados de la investigación serán importantes para comprender mejor el envejecimiento y la heterogeneidad celular en organismos unicelulares. El estudio muestra cómo el envejecimiento puede reforzar la heterogeneidad dentro de poblaciones bacterianas individuales. También podría aportar indicaciones importantes sobre cómo envejecen las células humanas y cómo combatir las enfermedades relacionadas con la edad. Además, abre nuevas perspectivas en la investigación de mecanismos que podrían contribuir a la viabilidad celular y la resistencia contra el estrés y los antibióticos.
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