¿Vacunas del campo?
"Fábricas verdes" - vacunas a partir de plantas: ¿cómo funciona?
¿Vacunas del campo? Suena raro, pero no lo es. Las empresas farmacéuticas pueden convertir las plantas en fábricas biotecnológicas "verdes" modificando su material genético. El método se denomina "cultivo molecular" o "agricultura molecular". Se hace que las plantas produzcan sustancias valiosas para el ser humano. Estos principios activos pueden utilizarse, por ejemplo, en la producción de vacunas y fármacos.
Plantas de tabaco como biorreactores ideales
El ejemplo más reciente es la vacuna contra el coronavirus Covifenz®, aprobada en Canadá por la empresa de biotecnología Medicago Inc. de Quebec (Canadá). La vacuna contra el coronavirus protege contra la infección sintomática con una eficacia de casi el 70% e incluso de hasta el 78% contra un curso de moderado a grave, como han demostrado los resultados de los estudios. Anteriormente, el microbiólogo Brian Ward, de la Universidad McGill, que desempeñó un papel clave en el desarrollo, también había codesarrollado una vacuna contra la gripe a partir de plantas modificadas genéticamente en Medicago Inc. La vacuna canadiense contra el coronavirus se produjo en la planta de tabaco Nicotiana benthamiana. Aunque pertenece al mismo género que su pariente utilizado en la industria del tabaco, se trata de una especie diferente. Las plantas de tabaco son biorreactores ideales. Crecen rápidamente, las hojas pueden cosecharse varias veces al año y su material genético puede modificarse con mayor facilidad y rapidez que el de otras plantas.
Extracción de ingredientes farmacéuticos
El concepto de agricultura molecular se conoce desde hace más de 30 años. "Esta práctica de producción puede utilizarse para obtener no sólo vacunas, sino también algunos componentes importantes para medicamentos, como la enzima glucocerebrosidasa de las células de zanahoria", explica Serrano. Las personas que carecen de esta enzima son incapaces de descomponer ciertos productos metabólicos. Por ejemplo, desarrollan la enfermedad de Gaucher, un trastorno metabólico hereditario que puede conducir a la muerte. Sin embargo, la enzima que falta puede producirse fácilmente en las plantas. "El fármaco correspondiente se aprobó en 2012 y supuso un gran avance para la agricultura molecular", añade Serrano.
Un cambio en la biotecnología
En los años siguientes, este método se desarrolló hasta tal punto que también se pudieron producir vacunas de forma más rápida y rentable. Una ventaja sobre los procesos biotecnológicos tradicionales: "Las empresas farmacéuticas pueden desarrollar una vacuna comparativamente rápido y producirla en grandes cantidades. Esto permite reaccionar más rápidamente ante situaciones de emergencia", subraya el experto del BPI. Y es que la necesidad cada vez mayor de vacunas y medicamentos aumenta la demanda de opciones de producción alternativas. Las "fábricas verdes" también son eficientes y sostenibles. Los microorganismos descomponen por completo las partes muertas de las plantas y las reintroducen en el ciclo de materiales. No se necesitan sustancias animales para la producción. Esto puede ser importante para las personas alérgicas a los animales, los veganos o determinadas comunidades religiosas. La producción tiene lugar en invernaderos controlados, por lo que se considera segura.
Introducir el proyecto genético en las plantas
"El método es sencillo: se introduce en las plantas jóvenes un plano genético construido previamente en el laboratorio, rociándolas o sumergiéndolas en una solución bacteriana. La bacteria del suelo 'Agrobacterium tumefaciens', por ejemplo, actúa como un 'taxi' que transporta el plano a la célula vegetal", explica Serrano. Durante la llamada "transformación estable", la nueva información genética se incorpora al genoma de la planta. El proceso se denomina estable porque crea plantas completamente nuevas. Todas las células de la descendencia contienen el nuevo modelo. "Esto tiene la ventaja de que las plantas pueden reproducirse a voluntad y pueden transportarse en las semillas sin refrigeración", añade Serrano. Sin embargo, este proceso suele llevar más tiempo.
Cultivar biorreactores "verdes" es sencillo
″Transient″ es el proceso en el que la información genética introducida no se incorpora al genoma de las plantas. Entonces, ésta sólo está disponible temporalmente como plantilla para la producción de la proteína objetivo en las células. Los genes de la descendencia no contienen la nueva información. En este proceso, los biorreactores "verdes" pueden producir la vacuna en poco tiempo. "Las plantas tienen un gran potencial para producir agentes terapéuticos y vacunas", subraya Serrano. "Son fáciles de cultivar y sólo necesitan luz, agua y nutrientes".
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