¿Cuándo y por qué se manifiesta la diabetes de tipo 1 en los niños?

Nuevos hallazgos sobre el desarrollo de la enfermedad autoinmune en los niños

18.10.2022 - Alemania

El estudio aporta nuevos conocimientos sobre la dinámica de los niveles de azúcar en sangre y la autoinmunidad en la primera infancia: ¿Cuándo y por qué se manifiesta la diabetes de tipo 1 en los niños? Por primera vez, los investigadores han realizado un estudio a largo plazo sobre bebés y niños pequeños con mayor riesgo genético de padecer diabetes de tipo 1. Los resultados se han publicado ahora en el Journal of Clinical Investigation. Los autores ofrecen una imagen única de la dinámica de la regulación del azúcar en sangre durante la primera infancia y su relación con el desarrollo de la autoinmunidad.

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Imagen simbólica

El estudio POInT está en una posición única para estudiar los niveles de azúcar en sangre durante el desarrollo de la autoinmunidad

En el marco de la Plataforma Global para la Prevención de la Diabetes Autoinmune (GPPAD), el estudio clínico de prevención primaria POInT (Primary Oral Insulin Trial) se realiza de forma multicéntrica en siete centros clínicos de cinco países. El objetivo de POInT es prevenir la formación de autoanticuerpos en los islotes y, por tanto, la inducción de la diabetes de tipo 1. Como resultado de una reacción inmunitaria mal dirigida, las células beta del páncreas productoras de insulina se destruyen en las personas con diabetes de tipo 1. Anteriormente se pensaba que los cambios metabólicos se producían cerca del inicio de la enfermedad clínica y que las células beta pancreáticas eran destruidas por la autoinmunidad. Sin embargo, nadie había estudiado con detenimiento lo que ocurre cuando se inicia la autoinmunidad. Por ello, el estudio POInT realizó un seguimiento frecuente en los primeros años de vida -a partir de los cuatro meses- de más de 1.000 niños con un riesgo genético determinado del 10% de desarrollar diabetes tipo 1. Esto permitió a los investigadores correlacionar con precisión los cambios en la glucosa en sangre con el momento de desarrollo de los autoanticuerpos de los islotes.

"Nuestros resultados cambian nuestra comprensión del desarrollo de la diabetes de tipo 1. Demostramos que los cambios metabólicos se producen en una fase más temprana de la enfermedad de lo que se preveía hasta ahora", explica Anette-Gabriele Ziegler, directora del Instituto Helmholtz de Múnich para la Investigación de la Diabetes (IDF). Junto con un equipo internacional de investigadores, dirigió el estudio POInT. El equipo examinó los niveles de azúcar en sangre pre y postprandiales junto con los autoanticuerpos de los islotes en los niños participantes.

Los resultados proporcionan nuevos enfoques para la investigación

En primer lugar, y en contraste con la hipótesis anterior, los resultados mostraron que las concentraciones de azúcar en sangre poco después del nacimiento no son estables. Por el contrario, disminuyen durante el primer año de vida y vuelven a aumentar en torno al año y medio de edad. "Los cambios dinámicos en el metabolismo de la glucosa en los primeros años de vida fueron una sorpresa para nosotros. Es muy probable que reflejen cambios en los islotes pancreáticos y señalan que debemos estudiar más intensamente el metabolismo de la glucosa y el páncreas en los primeros años de vida", afirma Katharina Warncke, médico jefe de Endocrinología Pediátrica / Diabetología del Departamento de Pediatría y científica de la FID. Es importante destacar que los científicos descubrieron que en los niños que desarrollaron autoinmunidad, en comparación con los que no lo hicieron, los niveles de azúcar en sangre después de las comidas ya eran más altos dos meses antes de la formación de anticuerpos contra los islotes. Esta diferencia persistió y también fue seguida por aumentos en los valores antes de las comidas después de la autoinmunidad.

El rompecabezas en torno al evento clave que induce la reacción autoinmune

Los investigadores pudieron determinar que los niveles de azúcar en sangre de los bebés y niños pequeños se comportan de forma dinámica y reflejan el pico de concentración de los autoanticuerpos de los islotes, lo que indica una fase de actividad y susceptibilidad de las células de los islotes. "El cambio en los niveles de azúcar en sangre después de las comidas, poco antes de la detección inicial de autoanticuerpos, apunta a la probabilidad de que haya un acontecimiento que perjudique la función de los islotes y que contribuya a la reacción autoinmune. A medida que los valores de glucosa aumentan después de la seroconversión, la alteración o el daño parece mantenerse, dando lugar a una mayor inestabilidad de la glucosa", explica Warncke.

"Los cambios observados en los niveles de azúcar en sangre en relación con la formación de autoanticuerpos son emocionantes. Ahora sabemos que es probable que el inicio del proceso de la enfermedad actúe en los islotes pancreáticos y podemos centrar nuestra investigación en encontrar la causa de esta enfermedad crónica", afirma Ezio Bonifacio, profesor del Centro de Terapias Regenerativas de Dresde en la Technische Universität Dresden.

En resumen, los científicos descubrieron que las alteraciones metabólicas se producen en una fase de la enfermedad mucho más temprana de lo que se suponía: los cambios pueden producirse en paralelo a la autoinmunidad o incluso precederla. Los investigadores sugieren que el aumento excesivo de los niveles de azúcar en sangre después de comer y poco antes de la formación de anticuerpos está relacionado con un cambio en la función de las células de los islotes.

El objetivo: prevenir nuevos casos

"Los cambios en los niveles de glucosa podrían servir así de indicador de la disfunción de las células de los islotes y de un posible inicio de la autoinmunidad contra las células beta en el futuro", resume Ziegler. Sin embargo, para ello es necesario seguir investigando intensamente el metabolismo de la glucosa y otros biomarcadores en la primera infancia. En última instancia, los científicos aspiran a reducir el número de nuevos casos de diabetes de tipo 1. Actualmente, cuatro de cada 1.000 niños de los países occidentales industrializados están afectados.

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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