Detener los relojes: Caminar a paso ligero puede ralentizar el proceso de envejecimiento biológico

Los caminantes rápidos tienen hasta 20 años más de esperanza de vida que los lentos

22.04.2022 - Gran Bretaña

Un nuevo estudio de los datos genéticos de más de 400.000 adultos del Reino Unido ha revelado una clara relación entre el ritmo de la marcha y un marcador genético de la edad biológica.

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El equipo de investigadores de Leicester ha confirmado la existencia de una relación causal entre el ritmo de marcha y la longitud de los telómeros de los leucocitos (un indicador de la edad biológica) y estima que caminar a paso ligero durante toda la vida podría suponer una reducción de la edad biológica de 16 años en la mediana edad.

Los investigadores de la Universidad de Leicester, del Centro de Investigación Biomédica del Instituto Nacional de Investigación Sanitaria (NIHR) de Leicester, estudiaron los datos genéticos de 405.981 participantes de mediana edad del Biobanco del Reino Unido y descubrieron que un ritmo de marcha más rápido, independientemente de la cantidad de actividad física, se asociaba a unos telómeros más largos.

Los telómeros son las "tapas" situadas al final de cada cromosoma, y contienen secuencias repetitivas de ADN no codificante que protegen al cromosoma de los daños, de forma similar a como la tapa del extremo de un cordón de zapato impide que se deshaga.

Cada vez que una célula se divide, estos telómeros se acortan, hasta que llegan a ser tan cortos que la célula ya no puede dividirse, lo que se conoce como "senescencia replicativa". Por ello, los científicos consideran que la LTL es un potente marcador de la "edad biológica", independientemente de la fecha de nacimiento del individuo.

Aunque la relación entre la longitud de los telómeros y la enfermedad no se conoce del todo, se cree que la acumulación de estas células senescentes contribuye a una serie de síntomas que asociamos con el envejecimiento, como la fragilidad y las enfermedades relacionadas con la edad.

Aunque los beneficios físicos, mentales, sociales y para la salud de caminar están bien documentados, este estudio es uno de los primeros de este tipo que compara los datos genéticos con las velocidades de marcha declaradas por los propios participantes, así como con las mediciones reales de la intensidad del movimiento realizadas con dispositivos de seguimiento de la actividad que llevan los participantes.

El Dr. Paddy Dempsey es profesor e investigador de la Universidad de Leicester y del Centro de Investigación Biomédica NIHR de Leicester, que forma parte del University Hospitals of Leicester (UHL) NHS Trust, y autor principal del estudio publicado en Communications Biology. Dijo: "Las investigaciones anteriores sobre las asociaciones entre el ritmo de la marcha, la actividad física y la longitud de los telómeros se han visto limitadas por resultados inconsistentes y por la falta de datos de alta calidad".

"Esta investigación utiliza datos genéticos para aportar pruebas más sólidas de una relación causal entre un ritmo de marcha más rápido y una mayor longitud de los telómeros". Los datos de los dispositivos de seguimiento de la actividad que se llevan en la muñeca, utilizados para medir la actividad física habitual, también apoyaron un papel más fuerte de la intensidad de la actividad habitual (por ejemplo, caminar más rápido) en relación con la longitud de los telómeros."

"Esto sugiere que medidas como una velocidad de marcha habitualmente más lenta son una forma sencilla de identificar a las personas con mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas o un envejecimiento poco saludable, y que la intensidad de la actividad puede desempeñar un papel importante en la optimización de las intervenciones. Por ejemplo, además de aumentar el número de caminatas en general, las personas que pueden hacerlo podrían intentar aumentar el número de pasos completados en un tiempo determinado (por ejemplo, caminando más rápido hasta la parada del autobús). Sin embargo, esto requiere más investigación".

Los investigadores de la Universidad de Leicester han demostrado anteriormente, utilizando el Biobanco del Reino Unido, que tan sólo 10 minutos de caminata enérgica al día se asocian con una mayor esperanza de vida, y que los caminantes enérgicos tienen hasta 20 años más de esperanza de vida en comparación con los caminantes lentos.

Este nuevo estudio demuestra la existencia de una relación causal entre caminar a paso ligero y la longitud de los telómeros y, significativamente, no al revés.

Tom Yates, autor principal y catedrático de Actividad Física, Comportamiento Sedentario y Salud de la Universidad de Leicester y del Centro de Investigación Biomédica NIHR de Leicester, añadió: "Aunque ya habíamos demostrado anteriormente que el ritmo de la marcha es un factor de predicción muy fuerte del estado de salud, no habíamos podido confirmar que la adopción de un ritmo de marcha enérgico fuera realmente causa de una mejor salud. En este estudio utilizamos la información contenida en el perfil genético de las personas para demostrar que un ritmo de marcha más rápido puede llevar a una edad biológica más joven, medida por los telómeros."

Nota: Este artículo ha sido traducido utilizando un sistema informático sin intervención humana. LUMITOS ofrece estas traducciones automáticas para presentar una gama más amplia de noticias de actualidad. Como este artículo ha sido traducido con traducción automática, es posible que contenga errores de vocabulario, sintaxis o gramática. El artículo original en Inglés se puede encontrar aquí.

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