Nuevo biomarcador para el diagnóstico de la demencia
Los resultados prometedores justifican una investigación más profunda
Flinders University
En un nuevo e innovador estudio, coordinado por la Universidad Flinders y la Universidad de Aberdeen, los investigadores investigaron el papel de la dimetilarginina asimétrica (ADMA), un marcador sanguíneo asociado con la aterosclerosis y las enfermedades cardiovasculares en estudios epidemiológicos, sobre los cambios temporales en la cognición en una cohorte establecida del envejecimiento humano (la cohorte de nacimiento de Aberdeen de 1936).
A diferencia de otras cohortes de estudio sobre el envejecimiento humano, los participantes de la cohorte de nacimiento de Aberdeen de 1936 también se sometieron a pruebas de inteligencia en la infancia a la edad de 11 años, un predictor clave de la inteligencia y la salud en la vejez.
La investigación se ha centrado principalmente en un conjunto de anormalidades encontradas en cerebros enfermos. Sin embargo, los estudios de observación y los ensayos clínicos centrados en esas alteraciones han sido decepcionantes, lo que sugiere la urgente necesidad de comprender mejor las causas de la demencia e identificar nuevos marcadores de la enfermedad.
En el primer estudio longitudinal, los niveles de ADMA medidos en el año 2000 (a la edad de 63 años de los participantes) se asociaron con un descenso en las evaluaciones del rendimiento cognitivo después de cuatro años, dice el profesor Arduino Mangoni de la Universidad Flinders.
"Por lo tanto, los resultados de este estudio sugieren que la ADMA, un marcador fácilmente medible de la aterosclerosis y el riesgo cardiovascular, podría ser un indicador temprano del declive cognitivo en la vejez, y posiblemente de la demencia", dice el Profesor Mangoni, Jefe de Farmacología Clínica de la Universidad Flinders.
La enfermedad de Alzheimer (EA), un trastorno neurodegenerativo caracterizado por un rápido declive de la cognición y una discapacidad significativa en la vejez, afecta actualmente a más de 342.000 australianos. Se espera que esta cifra aumente a 400.000 en menos de una década.
Se desconocen en gran medida las causas de la aparición tardía de la enfermedad de Alzheimer y, a pesar de las extensas investigaciones realizadas, todavía no hay un consenso claro sobre marcadores biológicos sólidos que permitan predecir la aparición y la progresión de la enfermedad y la respuesta a los tratamientos.
La investigadora del Reino Unido, Dra. Deborah Malden, dice que los resultados del nuevo estudio deben ser abordados con cautela y que es necesario realizar investigaciones más extensas.
"Debemos ser cautelosos a la hora de enfatizar los resultados con los resultados de los 93 participantes aquí", dice.
"Sabríamos mucho más después de repetir este estudio en una cohorte a gran escala, potencialmente decenas de miles de individuos, y tal vez un estudio genético de MR (aleatorización mendeliana)", dice el Dr. Malden.
No obstante, si los resultados iniciales del estudio se verifican en pruebas a gran escala, los investigadores esperan que los hallazgos puedan allanar el camino para la estratificación del riesgo de demencia en toda la población y tal vez el futuro desarrollo de estrategias terapéuticas para reducir los niveles de ADMA y/o frenar la progresión del declive cognitivo en la vejez.
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