Las células auxiliares especializadas contribuyen a la memoria inmunológica

Potencial para nuevos enfoques de la inmunización

10.03.2020 - Suiza

Las células T colaboradoras juegan un papel importante en la respuesta inmunológica contra los patógenos. El papel de un subconjunto particular de estas células inmunes no estaba claro anteriormente. Ahora se ha demostrado que las células T foliculares ayudantes viven mucho más tiempo de lo que se pensaba y contribuyen a la inmunidad a largo plazo.

University of Basel, Department of Biomedicine, Ludivine Litzler

El bazo de un ratón con anticuerpos fluorescentes. Las áreas amarillas contienen células Tfh que están involucradas en el mantenimiento de la memoria inmunológica.

La mayoría de las vacunas inducen anticuerpos específicos que proporcionan una defensa de por vida contra la infección por patógenos. Sin embargo, todavía hay muchas infecciones para las que no hay vacunas disponibles, incluyendo la malaria, el VIH y la tuberculosis. En la lucha actual contra las enfermedades infecciosas, los investigadores están explorando nuevas estrategias de vacunación que se centran en las células T, que también pueden proporcionar protección contra los patógenos.

Memoria inmunológica

La vacunación dirigida a las células T genera células de memoria de larga duración que recuerdan el patógeno. Después de la infección, estas células de memoria son capaces de multiplicarse rápidamente y apoyar la eliminación del patógeno. Los investigadores de la Universidad de Basilea centraron sus estudios en un tipo especializado de célula T: Células T foliculares auxiliares (Tfh). Estas células interactúan con otras células inmunes, proporcionando un apoyo esencial para la producción de anticuerpos.

Las células Tfh son difíciles de estudiar en los humanos ya que no residen en la sangre, sino principalmente en los ganglios linfáticos y el bazo, que no pueden ser muestreados rutinariamente. Estudios anteriores también indicaron que las células Tfh no producen memoria en los ratones, desapareciendo poco después de que la infección disminuye.

Células Tfh sorprendentemente longevas

El grupo de investigación, encabezado por la profesora Carolyn King, ha demostrado ahora que la desaparición de las células Tfh se debe en gran medida a su susceptibilidad a la muerte durante el aislamiento del tejido. Al tratar a los ratones con una pequeña molécula para prevenir esto, se descubrió que las células Tfh son sorprendentemente longevas, persistiendo por lo menos durante 400 días después de la infección. Inesperadamente, las células T de memoria central - que durante mucho tiempo se han considerado un buen objetivo para la vacunación - estaban ausentes en este momento.

Investigaciones posteriores demostraron que las células Tfh poseen características de células madre y siguen apoyando la producción de anticuerpos incluso en momentos muy tardíos, cuando la respuesta inmunológica supuestamente se ha extinguido.

Potencial para nuevos enfoques de la inmunización

Esta mejor comprensión de las células Tfh abre nuevas perspectivas para crear una inmunidad adquirida a largo plazo: "Esperamos que estos hallazgos sobre el valor a largo plazo de las células Tfh contribuyan al desarrollo de mejores estrategias de vacunación", dice Carolyn King, del Departamento de Biomedicina de la Universidad de Basilea, sobre los resultados.

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